La política colonense ingresa a la recta final. Los candidatos y precandidatos se perfilan en una campaña que será desde todo punto de vista “muy dura”.
La oposición tendrá como eje central de su discurso la calidad del agua de la red pública, el basural municipal, las cloacas, la planta potabilizadora, el parque automotor municipal, los sueldos y la reestructuración administrativa y el parque industrial.
Por su parte, el oficialismo expondrá sus logros, las más de 300 casas construidas por planes sociales, la terminación de la Ruta 50, la construcción del Bou- levard 17, los cordones cunetas-entre otros-
Sin embargo, para sirios y troyanos, existen temas que parecen menores en su ya recargada agenda y que en estos momentos son centrales para buena parte de la población, esperando que algunos de los candidatos tenga propuestas claras y efectivas para resolverlos.
Una premisa son los perros en la calle (nótese que decimos en la calle y no de la calle) que causan 120 mordeduras denunciadas por año, con las secuelas físicas, económicas y síquicas que dejan a la víctima.
También esta en la prioridad del electorado, el ordenamiento del tránsito con campañas abarcativas y donde no esté ausente la solución del tránsito pesado en la zona urbana.
La problemática de la inseguridad, debido a que el delito en pequeña escala creció es una preocupación para los colonenses. La falta de políticas preventivas deja abierta las puertas a ilícitos de mayor envergadura.
La carrera por la intendencia comenzó. Seguramente habrá operaciones políticas, periodísticas, rumores, versiones, carteles, murales, propaganda escrita, oral y televisiva. El domingo 28 de octubre llegaremos “hastiados” y con ganas de votar para que todo se termine de una buena vez.
Sin embargo, para el sufragante lo importante es separar la “paja del trigo” y votar con la máxima responsabilidad, sabiendo que la “política” indefectiblemente afectara nuestras vidas en los próximos cuatro años. A poner atención y que no nos vendan viejos y nuevos buzones.
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