(DIB) En la provincia de Buenos Aires siete plantas están en un estado crítico, por lo que las autoridades de la Dirección Provincial de Preservación de la Biodiversidad trabajan para salvarlas.
El avance de la frontera agrícola y la caza furtiva son las dos principales causas por la que diversas plantaciones están en un alerta constante.
El Ombusillo (nombre científico: Phytolacca tetramera), el Pinito plateado (Plantago bismarckii), el Lupino pampa (Lupinus aureonitens), una de las especies de clavel del aire (Lupinus aureonitens), una fabáceae conocida como Adesmia pseudogrisea y una compuesta como Grindelia ventanensis, están consideradas por los especialistas dentro de la categoría “peligro crítico”, lo que significa que enfrenta un riesgo extremadamente alto de pérdida en el estado silvestre en el futuro inmediato.
Según explicó el director del organismo provincial dependiente de la Secretaría de Política Ambiental, Alejandro Malpartida, “la acción del hombre es la que conspira contra las plantaciones”. Y al respecto, lamentó que algunos helechos o el mismo ombucillo “son plantas endémicas, que crecen en territorio bonaerense y en ninguna otra zona del mundo”.
Las sierras de Tandil y de la Ventana, junto al Delta y los talares de albardón y de barranca, son las regiones que más especies en peligro tienen, aunque también plantaciones que crecen en dunas desaparecerán en los próximos años si no se toma conciencia. “Desde la Secretaría iniciamos un plan ecológico para salvar a la Retama de Darwin, una planta que se encuentra en el área comprendida entre Pehuen-Có y Monte Hermoso”, dijo Malpartida.
Talares
Si bien no hay precisiones sobre si existen plantas que se perdieron en los últimos años, sí está claro que debido a la siembra de granos y al boom de la soja, la región de vegetaciones que ya no serán recuperadas es muy grande.“Toda la pampa como estructura vegetal va cambiando constantemente”, señaló el doctor en ciencias naturales.
En lo que respecta a la Retama de Darwin, sólo se extiende a lo largo de 10 kilómetros por 1 de ancho en los cordones de dunas que se encuentran al este y oeste de Pehuen-Có. Personal de la Dirección Provincial de Preservación de la Biodiversidad junto a biólogos de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara iniciaron un plan para salvar esa planta que sólo se encuentra en la Provincia y que es una de las pocas especies de la zona que está adaptada a vivir en los médanos “vivos”, es decir, aquellas dunas que no están fijas.
Otras plantas en peligro son el caldén, la palmera pindó, la cola de quirquincho y el algarrobo blanco, especie que se encuentra en los talares de barranca. Justamente la explotación de los talares preocupa al gobierno, por lo que hacia fin de mayo organizará un taller en este sentido. Uno de los problemas que mas afecta al talas es la extracción, ya sea de conchilla, usada como material de construcción, como la tosca usada para trabajos viales. Con ella desaparece definitivamente el relieve y el suelo donde se asentaba el bosque
| 
