El 25 de diciembre de 2005, posiblemente dos intrusos hayan ingresado a la casa de la familia Móvile, ubicada en calle 22 entre 45 y 46. Los ladrones se llevaron 100 mil dólares que estaban en el interior de una caja de zapatos. Fue el mayor botín que lograron los delincuentes en toda la historia de la ciudad de Colón.
La policía investigó e incluso la fiscalía a cargo del Dr. Mario Gómez estuvo en la ciudad tomando numerosas declaraciones. El caso parecía que caería en un punto muerto.
Sin embargo un hecho fortuito comenzó a cambiar la historia. Según trascendió “L” y “G” se dirigían a la zona rural cuando al llegar a un camino de tierra que iba al paraje denominado “La Juliana”, fueron interceptados por un Renault 18. Los ocupantes habrían sido golpeados y el objetivo de los desconocidos habría sido averiguar donde estaba “guardado” el dinero llevado de la casa de los Movile.
Las presuntas víctimas hicieron la denuncia. El caso fue tomando entidad, y “L” y “G” fueron citados por la Justicia para dar testimonio. Los sospechosos se negaron a declarar.
La justicia tomó sus huellas dactilares y las mismas se mandaron a cotejar dando negativo. Sin embargo el capítulo no estaba cerrado. En Colón aparentemente había otra pareja que se dedicaba a delitos menores y que también eran de mismo apellido “L” y “G”. La investigación llegó hasta ellos y ahora falta que se remitan las huellas dactilares para cotejar con las levantadas por la división de Rastros en la habitación donde se encontraba la caja de zapatos con los dólares.
Las versiones indican que los ladrones ingresaron a robar y se encontraron con el suculento e inesperado botín. La pregunta es ¿Cómo disimularon el hallazgo y las compras que realizaron...?.
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