No obstante, la información que durante los últimos días alertó acerca de una epidemia del virus que la produce no parece tener ningún asidero científico porque, según los especialistas, no hay modo de prever con certeza la cantidad de contagios a futuro y, en buena parte, estos dependen del clima y de las medidas de prevención que se tomen.
Como el virus de la influenza muta los sectores más vulnerables deben vacunarse todos los años. En este sentido, las normas internacionales recomiendan la vacunación antigripal para mayores de 65 años, adultos y niños con afecciones crónicas y del sistema pulmonar, pacientes con enfermedades metabólicas como la insuficiencia renal y la diabetes e inmunodeprimidos, ya sea por algún tipo de medicación o bien por padecer VIH.
Además, deben vacunarse aquellos que están en contacto con los grupos de riesgo, por ejemplo los médicos, enfermeras, las personas que trabajan en geriátricos y los familiares de los pacientes con inmunodepresión.
En tanto, el Ministerio de Salud de Nación distribuirá esta semana en todas las provincias más de un millón de dosis de la vacuna antigripal para los sectores vulnerables que no cuenten con cobertura de obra social, las cuales se aplicarán en salas sanitarias y hospitales públicos.
En tanto, los miembros de grupos de riesgo afiliados a Pami e Ioma tienen el 100 por ciento de cobertura de esta vacuna. “Lo importante es que la gente se vacune antes del 15 de abril porque la inmunización tarda cerca de dos semanas en desarrollarse, y si se espera la llegada del frío es posible contagiarse antes de tener el organismo preparado para hacerle frente”, aclara Verzeri. Alerta, bronquiolitis
Por otra parte, desde la dirección de Epidemiología del ministerio de Salud bonaerense estiman la posibilidad de que se de un mayor número de casos de bronquiolitis, otro tipo de enfermedad, diferente de la gripe, que es grave en los menores de un año, al punto que constituye la primera causa de muerte en bebés de entre un mes y un año.
De acuerdo a los datos estadísticos, se observa que aproximadamente cada tres o cuatro años se produce un ascenso brusco de pacientes con bronquiolitis. El último se dio en 2003 cuando, según datos oficiales, se registraron alrededor de 200 mil casos. El año pasado hubo 115.574, casi 12 mil más que en 2005. “Probablemente por eso ahora sospechen que la bronquiolitis podría aumentar, sin embargo eso es algo que no se puede adivinar”, señala la epidemióloga Nora Verzeri, y agrega que si se la madre lleva al niño al médico ante los primeros signos de decaimiento, fiebre y dificultad para respirar la enfermedad se puede cursar sin mayores inconvenientes.(DIB)
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