El trabajo fue hecho por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo y de acuerdo análisis, las probabilidades de lesiones o muerte en el sector agrario medido por el índice de accidentabilidad resultó de 113,96 por cada mil trabajadores, siendo la media del sistema de 81,46.
A su vez, si se excluyen los ocurridos "in itinere" (en camino) el índice resulta de 106,31 para todo el sector y 69,03 para la totalidad de trabajadores cubiertos por el sistema de riesgos del trabajo. Según los últimos datos disponibles, durante 2005 en el sector agrícola se notificaron 40.065 casos de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, sobre una población de trabajadores cubiertos de 310.747.
Un nivel de accidentabilidad que representa 7 por ciento del total del sistema de riesgos del trabajo, en el cual se notificaron 570.824 casos y contempló para dicho período una cobertura promedio de 6.000.749 trabajadores.
También, significó para el sector agrario la pérdida de 982.500 jornadas de trabajo, con una duración media de las bajas de 27,7 días contra un promedio de 24,6 para todo el sistema.
Dentro del período señalado se registraron 115 casos fatales, entre los cuales 73 se produjeron en ocasión del trabajo; lo cual representa un índice de incidencia (por millón) de 370,1 sólo debajo del sector de minas y canteras; y muy por encima del índice global del sistema de 142,8.
Así mismo, excluidos los accidentes fatales ocurridos en los traslados al lugar de trabajo y regreso al domicilio del trabajador (in itinere) y reingresos, el índice de incidencia es de 234,9 contra el valor total del sistema de 88,3 tomado como referencia.
Asimismo, el informe destacó que los trabajadores agrarios tienen riegos elevados de sufrir una amplia variedad de enfermedades derivadas de su actividad laboral, que si en algunos casos no son específicas del sector (problemas musculoesqueléticos, sordera profesional o asma y alergias a sustancias químicas), en el caso de los pesticidas los convierte en los principales afectados por sustancias acerca de cuya peligrosidad existen muy pocas dudas.
En este sentido, los registros oficiales de enfermedades profesionales, sin embargo, apenas registran casos, debido a las deficiencias en la notificación y registro de las enfermedades ocasionadas por el trabajo, motivo que impacta negativamente en las acciones de vigilancia de la salud.(DIB
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