En el camino que viene de la zona de la Escuela Nº 8, los conductores pueden divisar un cartel de advertencia que indica que no deberían pasar vehículos de más de nueve toneladas. La estructura del denominado “Puente del Hospital” tiene más de 100 años y desde su construcción solo sufrió arreglos para “salir del paso”.
Además el puente en su origen estaba pensado para el pasaje de vehículos de aquella época (carreta, carretones, sulky, carros y volantas). El tiempo pasó las condiciones del tránsito y la modernización del parque automotor de carga hacen que las condiciones sean otras.
Colón Doce denunció hace 20 días que la construcción del pasaje tenía llamativas grietas. La voz de alerta la dieron los propios productores. Sin embargo seguimos la evolución y después de las últimas lluvias la situación se habría agravado.
Según pudimos constatar, sobre mano izquierda -avanzando desde Ruta 8-, uno de los tambores rellenos con cementos (existen tres) y que sirven de pilones sustentadores, se salió de escuadra en forma harto preocupante (ver foto) y además el corrimiento produjo un fuerte sacudón que causo una grieta en la pared de bajada.
Según pudimos ver en el sitio, la rajadura por la salida de escuadra del pilón además causó otra rajadura de varios centímetros que llega al mismo centro del puente.
El sentido común nos indica que el viejo puente puede colapsar. Los peligros son múltiples porque podría bloquear el paso del agua, cuando hay fuertes precipitaciones con el consabido perjuicio a los campos que dan a la zona del basural municipal. También el peligro latente es que pase un auto y el pasaje pueda ceder. La tragedia podría rondar entonces nuevamente la ciudad.
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