Si bien no están confirmadas las causas del accidente, lo concreto es que mientras varios chicos disfrutaban la tarde dominical en la plaza "Della Paolera", repentinamente todo se opacó con el lamentable episodio. Un caño que hacía las veces de mástil se derrumbó y con tanta mala suerte que fue a caer sobre una de las criaturas que se encontraba en el sector.
La menor, que estaba junto a su mamá, una tía y otros chicos, fue trasladada de urgencia al Hospital, donde se determinó que padecía lesiones graves en el cráneo. El lunes se supo que en las primeras horas evolucionó satisfactoriamente, aunque el estado continuaba siendo delicado, con pronóstico reservado.
El hecho fue denunciado en la Fiscalía Nº 1 y a partir de ese momento se iniciaron las investigaciones tendientes a determinar concretamente lo que sucedió. Una de las primeras diligencias fue hacer una inspección en el lugar de los hechos, y grande fue la sorpresa cuando no fue hallado el caño que causó el incidente. Luego se supo que personal municipal lo había retirado y por fin los agentes de la Fiscalía dieron con el elemento en el Corralón Municipal, hasta donde había sido llevado.
No obstante las pericias sobre el caño, serán fundamentales para el esclarecimiento del hecho los testimonios que puedan brindar las personas mayores que estaban en el lugar al momento del accidente, y también lo que puedan decir los vecinos del sector en cuanto al mantenimiento de ese espacio público. Por el momento la Fiscalía actuante investiga el caso como "lesiones graves" y tiene planificada una serie de diligencias para determinar responsabilidades en torno a este suceso.
El lamentable caso -que tiene como víctima a una niña de apenas 6 años que es de esperar se recupere definitivamente en las próximas horas- seguramente será el puntapié inicial para un serio y amplio debate en torno a los espacios públicos, su mantenimiento y los actos de vandalismo, pues si bien muchas veces las tareas en las plazas no se realizan con la frecuencia deseada, otras tantas los trabajos se concretan y son destrozados de inmediato por manos anónimas, sin que nadie se ocupe de controlar esas acciones repudiables. (La Opinión)
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