Los ladrones de cobre están activos y saben perfectamente donde buscar el valioso metal. El lunes 5 de marzo ingresaron a la vivienda de Ricardo Eckert, domiciliado en calle 39 entre 17 y 18. En el interior, revisaron las habitaciones y se llevaron un rifle de aire comprimido y 40 pesos en monedas. La víctima no presentó la denuncia porque pensó que se trataba de menores de edad.
El miércoles 7 de marzo, a las 11 de la mañana, ingresaron por segunda vez al domicilio. En esta ocasión los cacos se llevaron dos carreteles de alambre de cobre valuado en 80 pesos.
Rápidamente los cacos se habrían dirigido a un chatarrero de apellido Morris y habrían comercializado el cobre a un valor de 210 pesos. Los ladrones por la mercadería habrían recibido dos vales ( 100 y 110 pesos) para que compren mercadería en un supermercado de la zona.
Sin embargo, la voracidad de los malvivientes no habría terminado en estas dos acciones delictivas.
El sábado 10 de marzo, los dos rateros ingresaron al taller de reparación de lavarropas propiedad de Heckert, y que está ubicado en calle 46 entre 18 y 19 y se llevaron 70 kilos de cobre dispuestos en carreteles (valuados en 45 pesos el kilo), y una caja de herramientas.
Para alejarse del sitio, habrían utilizado un remis. Los malvivientes se habrían dirigido a a calle 51 y 9, sitio donde se levanta una antigua vivienda que se ingresa por calle 51. Una vez que quemaron el cable, intentaron huir a bordo de un remis. La policía los habría detenido en calle 47 y 9. Los allana- mientos resultaron positivos y solo se habría podido recuperar parte del botín.
Los detenidos son personas oriundas de Villaguay, provincia de Entre Ríos. Una fuente indicó que el posible cabecilla estaría identificado como César Nocvau y que incluso habría trabajado como empleado para el damnificado Heckert.
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