Miguel Fullana en la actualidad dirige técnicamente. En su dialogó con el semanario recordó diversas etapas de su vida y prometió dirigir en nuestra ciudad.
Sobre sus comienzos señala: “Mis primeros pasos fueron en Banco Nación de Firmat, ciudad en la que nací. Luego en Barracas, donde jugamos un partido por la Copa de Campeones ante Newell’s. Después de eso, les gusté y fui para Rosario”.
¿Qué recuerdos tenés de tu infancia? Los mejores. Pasé una etapa en Firmat y otra en Colón. Todo el tiempo jugando a la pelota en las plazas o los baldíos. La vida de pueblo es muy tranquila y cuando fui a Rosario, la cosa cambió en ese sentido. En inferiores, cuando venís de afuera siempre cuesta adaptarte mas al grupo. Pero me sirvió mucho vivir en la pensión del club, debajo de las tribunas de la cancha. Esa era nuestra casa. ¿Cómo llegaste a Primera?
En el año ´85, Monte me llama para que practique con el plantel profesional. Como era muy joven, tenía 17 años, no quisieron que juegue enseguida. La primera vez que ingresé fue ante Unión en Santa Fé, porque salió Pautasso lesionado.
¿Qué se siente haber salido campeón ante Boca en el ‘91? Son muchas sensaciones, mas lo que significa Boca y en la Bombonera. Era casi imposible. De local habíamos sacado la diferencia pero el clima allá era jodido, con 60 mil personas en contra (ndr: Boca ganó uno a cero el encuentro, pero en la definición por penales el triunfo fue para la Lepra). Fui bárbaro porque nadie lo esperaba. Ni la gente, diarios, revistas o los de la televisión. ¿Cómo jugador te quedó algo pendiente?
Siempre queda alguna materia pendiente. Jugar en la Selección fue una de ellas. Aunque tuve la suerte de integrar el seleccionado sub-20. A veces las cosas se van dando, las oportunidades pasan. Era otras épocas ya que nosotros estábamos contentos con estar en Newell’s y pensábamos solo en eso. ¿Cuándo eras joven a quién admirabas como jugador?
Yo era hincha de River y siempre me gustaron “Pinino” Más, el “Beto” Alonso, Passarella, Fillol, todo lo que era relacionado con los de Nuñez.
¿Cómo era Marcelo Bielsa como entrenador? Era obsesivo. Una persona que le gustaba estar en todos los detalles. El vivía las 24 horas para el fútbol. Aunque en la actualidad no me parece que estaba mal, porque ahora soy técnico y a mi me gusta también estar todo el día con el fútbol.
Con Marcelo después tuvimos contactos pero hace bastante que no hablamos por teléfono. ¿Qué evaluación haces de tu paso por Chile?
Fue positivo. Nos llevó la empresa Internacional Player. Fueron tres años muy importantes para nosotros. Agarramos a La Serena que lo ascendimos de Segunda a Primera. Cuando se terminó el vínculo de la empresa con el club nos tuvimos que volver pero la experiencia fue muy buena. ¿En la actualidad en que club estás dirigiendo y como te está yendo?
Estamos en el Argentino “B”, en Juventud Unida de Gualeyguachú. Fuimos a jugar una reválida y ganamos el partido de ida y vuelta. Es una institución que respeta los proyectos. En la primera ronda terminamos con un buen porcentaje de puntos, y en la segunda marchamos primeros en el grupo que es muy duro. Tenemos rivales como El Linqueño, Patronato de Paraná, entre otros. La categoría es muy dura pero esta bien organizada y hay buenos jugadores como Darío Cabrol, el “loco” Marzo. ¿Quisiste llevar algún jugador de nuestra ciudad?
Charlamos mucho con el delantero de Barracas Dario Villán pero no se pudo dar. Con “Josengo” Latrubese hemos traído chicos a Rosario para que conozcan el Monumento a la Bandera, el puente con Victoria. Los hicimos practicar y hacer fútbol con gente amiga, este año vamos a repetir la experiencia. ¿Alguna vez vas a dirigir en Colón?
Si, obvio. Uno sabe que es difícil porque es la profesión de uno y trabajo de esto. Por ahora me va bastante bien. Sin dudas en Colón dirigiría a Barracas. Recuerdo muchos clásicos ante Racing. Tuve la suerte de salir campeón dos veces y ganar la Copa de Campeones. Además jugué el regional en el año ´81-’82. Estaban Dario Ramunno, Marcelo Ungaretti, atajaba Bracco, Latrubesse, el “Chiche” Senizza, entre otros.
Siempre dejó la puerta abierta para dirigir en Colón.
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