Como se recordará, Héctor Bustos había sido raptado hace 11 días por un comando conformado por cuatro personas que se trasladaba en un moderno auto y que se sospecha pertenecían a una fuerza de seguridad.
La víctima fue torturada durante su cautiverio, sufriendo lesiones en los testículos causada por quemaduras de cigarrillo.
Los captores demostraron una ferocidad sin límites tatuando una cruz esvástica en el pecho de Bustos.
Los torturadores en las secciones de torturas dijeron que le pasaba esto “por zurdito” y trataron de averiguar su conexión con las abuelas de Plaza Mayo.
Por otro lado, también los delincuentes hicieron mención que algo parecido le sucedería a la presidenta de las Abuelas de Plaza Mayo, Estela Carlotto.
El trabajador social había denunciado que durante el Proceso Militar en la comisaría de Santa Isabel habría funcionado un centro clandestino de detención.
También denunció al ex intendente del Proceso Militar de Villa Cañas, Juan Vidal como comprometido con acciones contrarias a los Derechos Humanos.
En la actualidad Juan Vidal, cumple funciones como Secretario de Gobierno del intendente de Venado Tuerto, Rubén Scott.
La causa es investigada por el juez, Hugo Perassi y se realizaron por parte de la víctima importantes aportes para determinar quienes fueron los responsables del secuestro.
En los días previos a su captura, el trabajador social, había pedido una custodia porque recibía amenazas y los patrulleros policiales “rondaban” su domicilio.
La custodia fue negada por el juez y poco después, Bustos sufrió el secuestro en manos de un comando.
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