Ahora, y a través de la resolución 2772, los radares volverán a instalarse en los principales caminos a las costas bonaerenses, aunque no se podrá cobrar multas a los conductores que superen las velocidades máximas establecidas para cada tramo.
Es decir que se aplicará el proyecto de ley para la reisntalación de los radares -enviado por el Ejecutivo bonaerense y que aún no fue tratado por los legisladores-, pero con la diferencia de que no se cobrará multas a los infractores. Mientras tanto Diputados deberá aprobar o no la ley por la que se prorroga por otros 240 días la prohibición de estos detectores de velocidad, y que el Senado ya dio media sanción esta semana.
El titular de la Superintendencia de Seguridad Vial, Gastón Pérez, explicó a DIB que se trata más que nada de una campaña preventiva: los policías tomarán con el radar la velocidad a la que vaya el conductor; lo pararán e informarán de su exceso; y además le entregarán un folleto explicativo sobre los accidentes de tránsito que se producen por el exceso de velocidad. En la provincia los números de muerte en accidente de tránsito son cada vez más alarmantes y llegan en promedio a los mil casos por año.
Los radares estarán en diez puntos claves de las rutas que atraviesan el territorio bonaerense y llevan a la costa atlántica. Habrá puestos en la autovía 2 y la ruta provincial 11, que podrán estar tanto en el tramo ascendente o descendente y que se ubicarán en distintos puntos de forma esporádica. Para estos controles, el Ministerio de Seguridad imprimió más de dos millones de folletos, que serán entregados a cada conductor que sea detenido por exceso de seguridad.
Para presentar la vuelta de los radares a las rutas, Seguridad Vial realizó esta tarde en el cruce del puente Echeverry y la ruta 2 una muestra sobre cómo funcionarán los operativos. Ahí, un policía "captaba" la velocidad del automóvil, quien a su vez cuenta con cien metros para bajar la velocidad. Luego era parado por los efectivos para avisarle sobre la infracción.
"En conocimiento de que los controles de exceso de seguridad están suspendidos por ley, esta medida busca estar a la altura de la circunstancia e implementar una campaña de prevención", aseguró Pérez y agregó que la idea es "llegar con un consejo útil al conductor".
Además, Pérez consideró que hay un error al creer que la instalación de los radares tiene que ver con una medida recaudatoria y que el proyecto de ley del Ejecutivo pretende volver a los controles de velocidad "como una medida de prevención".
En los diez puestos, donde trabajarán en conjunto los distintos destacamentos viales, también se realizarán controles de alcoholemia.
EL PROYECTO DEL EJECUTIVO
El proyecto enviado por Felipe Solá busca reinstalar este sistema con la intención de que en las rutas nacionales y provinciales las multas sean para el Gobierno provincial, y dentro de los pueblos le correspondan a los municipios.
La iniciativa reforma el Código de Tránsito bonaerense y prevé multas de entre 200 y dos mil pesos -de acuerdo con la gravedad de la falta- para los conductores que excedan los límites de velocidad permitidos en calles, rutas y autopistas de la provincia.
Tal como se hará ahora, el proyecto prevé la implementación de radares en lugares donde existen antecedentes de mayor accidentabilidad y de excesos de velocidad a partir del índice de siniestralidad vial.
Los límites de velocidad previstos son de 40 kilómetros por hora en calles, 60 en avenidas, 110 en zonas rurales (rutas), 120 en semiautopistas y 130 kilómetros en autopistas.
En las zonas rurales, semiautopistas y autopistas, los sistemas deberán ser instalados en "tramos rectos", y la presencia del radar debería ser advertida a los automovilistas con "placas estáticas" ubicadas "a no menos de 600 metros" del lugar en el que se encuentre el control de velocidad.
| 
