(DIB) El corazón del proyecto, que fue elaborado por el Ejecutivo pero después recibió aportes legislativos y de Foro por los Derechos de la Niñez, la Adolescencia y la Juventud, consiste en separar las causas asistenciales de las penales.
Es que hoy, los jueces tienen facultades casi ilimitadas para enviar a un chico a un Instituto de Menores, aunque haya llegado a la Justicia por causas sociales y no por haber cometido una falta de algún tipo. Y allí, convive el que es simplemente pobre con lo que cometieron delitos, muchas veces graves.
Por eso, el nuevo proyecto establece la creación de un fuero especial, donde los menores de entre 16 y 18 años que hayan cometidos delitos tendrán posibilidad de defensa e instancias de apelación, como un adulto.
A los menores de 16 años, que son inimputables, se los deriva a un juez de garantías que deberá coordinar acciones con un servicio de asistencia municipal. Esto implica la eliminación del actual fuero de menores, parte de cuya estructura será absorbida por el Penal de Menores.
Esta norma complementa la Ley de Promoción del Niño y el Adolescente, que fue sancionada a principios de 2005 pero se encuentra suspendida en su aplicación a raíz de una intervención de la Procuración de la corte bonaerense.
Entre las razones de la suspensión, además de la falta de presupuesto se había aducido la inexistencia de una ley específica que creara el fuero penal para los menores. Es justamente el obstáculo que intenta salvar el proyecto que ahora deberá ser tratado en Diputados, trámite que, se estima, no se completará hasta el año próximo.
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