Según se supo, la víctima es Domingo Noé, un anciano de 80 años, que se domicilia en soledad en una casa, ubicada en una quinta de cuatro hectáreas emplazada en 40 y 15.
El lunes de madrugada dos delincuentes intentaron ingresar a su casa tratando de forzar la puerta de ingreso.
El octagenario sintió ruidos extraños y se levantó, tomando una escopeta que tiene cerca de la cama y dirigiéndose a la cocina, con voz enérgica le dio aviso a los intrusos que desistieran de su ilegal acción.
Los cacos respondieron disparando un arma de fuego en dos ocasiones.
El anciano sin amilanarse respondió con la escopeta y los ladrones huyeron. El anciano salió ileso de la situación y realizó la respectiva denuncia.
Sin embargo existe un dato a tener en cuenta. En el año 1997, el propietario Noé sufrió una serie de robos, el último de ellos fue repelido con varios disparos.
En esa ocasión, tenía sospechas que los robos eran realizados para asustarlo y hacerle vender las cuatro hectáreas de su propiedad que tiene un valor económico importante, debido a que es una de las pocas quintas que quedan en un barrio que va extendiendo la edificación y donde un lote para edificar una casa se cotiza en 40 mil pesos o más.
|