Debemos aclarar que no estamos en contra de las medidas de fuerzas de los trabajadores cuando son justas y se realizan en el marco de la legalidad. En este caso estamos molestos con todo el sistema educativo que no supo, no pudo o no quizo atender como se debe a los alumnos que concurrieron al comedor escolar.
Queremos recalcar que en algunos casos, el almuerzo es la comida principal de la jornada. En una escuela rural se enviaron 64 fetas de paleta, 64 fetas de quedo y 64 pancitos, cuando los alumnos eran 74.
También en otra escuela había 150 fetas de queso, 150 fetas de paleta y la matrícula era de 180 alumnos. La cuenta es rápida, cada chico ingirió nada más que un pequeño emparedado con agua. Es lamentable. Esperemos que si los paros del personal no auxiliar continua el “sistema educativo” se ponga las pilas y los alumnos que concurren al comedor ingieran un menú correcto.
No hay excusas. El dinero de la provincia de Buenos Aires está depositado en las cuentas y existe suficiente personal en el sistema educativo para que nuestros chicos se alimenten como corresponde.
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