Se trata de la promulgación de una ley que fue aprobada hace un mes en la Legislatura bonaerense y que apunta a combatir el robo de metales no ferrosos y su venta ilegal.
La ley, que entró en vigencia el viernes con su publicación en el boletín oficial de la provincia, fue impulsada por el Ministerio de Seguridad bonaerense, que de ahora en más deberá regular la actividad de desarmaderos, chatarrerías y depósitos, los lugares a los que se les vende el cobre robado de los tendidos y hasta del sistema de riego artificial de los campos del interior.
El robo de cobre en la provincia no se trata de un delito menor, ya que este metal es altamente codiciado en el mercado nacional y en el internacional, donde se paga alrededor de 8 dólares el kilo. En la provincia, miles de usuarios se quedan sin luz o teléfono por el robo de los tendidos que luego son vendidos a desarmaderos. Este delito no sólo es riesgoso -deben treparse por los postes para poder cortar los cables- sino también poco rentable para los que lo roban: lo venden a 2 pesos el kilo.
Pero después el precio del cobre aumenta muchísimo: de los desarmaderos pasan a los que se encargan de transformar los cables en lingotes, alambres o cables de cobre y de ahí a los exportadores -que cobran 8 dólares por kilo- o al mercado nacional -como grandes industrias automotrices-, donde se paga entre 15 y 16 pesos por kilo.
Ahora los desarmaderos, chatarrerías y depósitos estarán obligados a presentar los recibos oficiales de las operaciones de venta y compra de metales no ferrosos o serán clausurados. Además, deberán llevar un libro rubricado por el titular de la comisaría local, presentar la documentación habilitante y los certificados de inscripción en la AFIP y el DPR (Dirección Provincial de Rentas).
También se creará el Registro de Control de Comercios Vinculados a la Comercialización e Industrialización de Metales No Ferrosos y otros, dependencia que funcionará en la cartera de Seguridad. Hasta ahora la actividad de los desarmaderos sólo estaba controlada para la comercialización de autopartes pero no había ninguna legislación en el caso de los metales no ferrosos.
Los controles sobre los comercios regulados estarán a cargo de cada comisaría jurisdiccional y no deberá transcurrir entre cada inspección un plazo mayor a 20 días.
Buenos Aires encabeza el ranking del delito de robo de cables que pertenecen a tendidos eléctricos y telefónicos. En el interior bonaerense, el Gran Buenos Aires y Capital Federal este tipo de robos sumó en lo que va del año un total de 1520 kilómetros de cable.
Si bien la mayoría de los robos se da en el Gran Buenos Aires y Capital Federal, en el interior se trata de un delito que crece cada vez más y que ya afecta a los sistemas de riego artificiales -que contienen cobre
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