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26/10/2006
Un cura muy particular

Colonense señala milagro curativo en su bebé


La ahora Secretaria de Cultura, Patricia Cura reveló que el cura carismático había curado a su hijo de grave enfermedad...


En Carmen reside el sacerdote carismático Roberto Barchietto, quien cada mes reúne a miles de fieles venidos desde todos los puntos del país. Es un cura muy particular, de los denominados carismáticos.

Sus misas no se realizan desde hace algún tiempo en la parroquia Nuestra Señora del Carmen por una cuestión de espacio, por eso las oficia en el predio de la cooperativa textil con capacidad para más de 2.000 personas. Nació el 10 de enero de 1955 en la Capital Federal, más precisamente en Balvanera, pero se crió en Valentín Alsina.


Sus padres no salían del asombro cuando les dijo que quería ser cura. Eso sucedió a los 14 años tras desechar las posibilidades de ser bombero o policía. Barchietto, fanático de Boca, tiene la particularidad de que cada vez que gana el equipo de sus amores hace sonar las campanas de la iglesia.


Se define como admirador de los curas Ignacio Peries y Darío Betancourt, con quien compartió un oficio en la pequeña localidad santafesina de Cafferata, donde se congregaron 14 mil fieles; siete veces más que los habitantes de la localidad. Si bien no se define como un cura sanador, sus seguidores sostienen que tiene poderes.


La colonense Patricia Cura afirma esa hipótesis al sostener que su hijo Genaro, de dos años, padecía hidrocefalia congénita con parálisis cerebral y asistió a una de las misas de sanación de Barchietto como último recurso antes de asumir el delicado estado de salud del niño.


A partir de allí su hijo comenzó a caminar a los tres meses y su cerebro se recuperó casi en su totalidad. Ella atribuye el milagro al Espíritu Santo y reconoce que Barchietto fue quien intercedió ante su pedido. Otro testimonio es el de Julieta; una nena que estaba en estado de coma en un nosocomio de Pergamino con un cuadro de encefalitis aguda.


Los médicos dijeron que no había nada que hacer desde el punto de vista científico y que sólo había que esperar un milagro. Barchietto les dijo a los padres que se quedaran tranquilos porque Julieta se iba a recuperar; lo que finalmente sucedió ante el asombro de propios y extraños.


Las misas de sanación en Carmen se realizan una vez al mes. (La Capital)


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