El estado de las cañerías de la red de agua en el centro de la ciudad nos hace pensar que tendremos un “verano caliente” en cuanto a la provisión del vital líquido en los hogares colonenses. Colón Doce inició desde el 2001, una campaña avisando que en los próximos años la red de agua potable podría colapsar.
No nos equivocamos. Las roturas se “diseminan” por varios lugares y el personal no logra controlar la situación. La red tiene 40 años de antigüedad y requiere una renovación total.
Agregado a esta problemática el tanque de provisión de todo el casco urbano, situado en 42 y 23, no se limpia desde 1989 –por lo menos- y acumula un metro de barro endurecido. La alternativa para limpiarlo es dejar a la ciudad sin agua dos días para poder bajar desde más de treinta metros de altura, toneladas de limo, rogando que nunca falte el cloro para “desinfectar”.
El dilema
En los próximos meses el dilema es simple y a la vez paradojal. Si se da presión a la red de abastecimiento domiciliario habrá roturas de numerosos caños, aunque el agua llegara a todos los hogares y cada semana seguramente habrá cortes de cuatro o cinco horas para reparar los inconvenientes de mayor envergadura.
El problema será cíclico. Además como las válvulas para purgar el sistema están rotas, cuando luego de cada corte se vuelve a dar agua al sistema , el aire acumulado en las cañerías vuelve a producir inconvenientes con nuevas roturas. ( puede oír el retumbar al abrir las canillas luego de los cortes). Si en cambio se le quita presión a la red, en muchos hogares los días de calor habrá un hilo de agua y en otras viviendas más alejadas ni esa suerte tendrán. La marcha de los acontecimientos nos dará o no la razón ( creemos que será nuevamente en un cien por cien).
Sin embargo, lo importante es que en el 2007, se encare de una buena vez y a fondo la problemática y además se estudie en forma inmediata un sistema para limpiar el tanque. Se debe tener en cuenta que agregado a los peligros que de por si acarrea en el orden de la salud, le quita capacidad de almacenamiento ( creemos en una quinta parte) al viejo tanque de 42 y 23.
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