De acuerdo con estadísticas de la Dirección General de Cultura y Educación, en el período 1997/2005, la tasa de abandono en el octavo se ubicó en el 8.2 % sobre el total de la matrícula. El desgranamiento, según las autoridades de Educación crece en el nivel Polimodal. En el período 1999-2005 la deserción en el primer año se ubica en el orden del 18 % por ciento y en el segundo tiene una media del 12.5 %.
De acuerdo con el estudio, en el período 2004-2005, la tasa de abandono interanual entre 1º y 2º año sube hasta el 22.8%, y llega al 14.6 % entre 2º y 3º. Los números caen en tercer año, cuando los alumnos están a punto de terminar. En ese lapso, deja la escuela un 3.1 % del alumnado.
Para las autoridades educativas hay otros datos alentadores, como por ejemplo que en el período 1996-2001, cuando se implementó la transformación educativa (con el reemplazo de la educación primaria de 7 años por la EGB, con 9 años de asistencia obligatoria) la matrícula total en la nueva primaria y el secundario (Polimodal) aumentó un 12.7 %. Además, se sostiene que bajó la tasa de abandono correspondientes al 8º y 9º año de EGB con respecto a sus equivalentes de la antigua secundaria (1º y 2º año).
Desde 2001 la matrícula total sube, aún en las franjas de recursos bajos, pero se advirtió un crecimiento en la tasa de abandono en 6º de Primaria, y 7º y 8º de Secundaria Básica. El pico está en el 8º año, el anteúltimo de la enseñanza obligatoria. Según se informa en el portal de la cartera educativa: (www.abc.gov.ar) el 8º año arrancó en 2006 con 197 mil alumnos. Habrá que ver entonces si para fin de año se pierden unos 15 mil como indica la media histórica.
Cambios en el tercer ciclo
Durante los últimos dos años, los cambios que alcanzaron al tercer ciclo de la EGB tienen como finalidad acercarlo a la educación Media. La «desprimarización» del 7º, 8º y 9º año se advierte con el cambio de los sistemas de evaluación (ahora se prepara la reforma curricular). Ya no hay tantas facilidades para aprobar como en los años de la EGB, pero para Fornales aquella flexibilización «quizás fue expulsiva».
De acuerdo con datos oficiales, el segundo año del Polimodal arrancó el ciclo 2006 con 166.604 alumnos y el primer año con un poco más de 200 mil. Las estadísticas permiten inferir que varias decenas de miles de estudiantes abandonaron las aulas a lo largo del año pasado.
En Educación advierten que tanto en el caso del nivel primario como en el secundario, el abandono no significa la pérdida de la escolaridad, porque algunos estudiantes pasan al nivel de educación de adultos tanto de primaria como de secundaria. El relevamiento de la cartera educativa indica que en 2002 el 19 % de los alumnos del bachillerato de adultos tenía hasta 19 años. En 2005, los menores de 19 años representaron el 29 % de la matrícula total del sistema.
El área de Educación Técnica y Polimodal considera que es clave el trabajo con los preceptores y jefes de departamento para lograr que los estudiantes se mantengan en la escuela media. El objetivo es mejorar el diálogo que tienen los auxiliares con los estudiantes y la coordinación con los docentes.
A la vez, en la cartera educativa reconocen que las distancias se acrecientan con otro problema del sistema: el profesor taxi. Se considera que esa modalidad laboral, empujada por la necesidad económica, impide a los docentes sostener un diálogo fluido y el seguimiento adecuado del proceso de enseñanza.
Territorio Bonaerense: Aumentó el número de docentes • En la provincia de Buenos Aires la cantidad de docentes se incrementó en un 33,1 por ciento en tan sólo diez años, según los resultados definitivos del Censo Nacional Docente 2004, presentado por el Ministerio de Educación de la Nación.
El censo muestra que en Argentina desde 1994 hasta el 2004 creció la cantidad de maestros un 22,6 por ciento. Y de ese total, las provincias en donde más personas se sumaron a la actividad docente son: Tierra del Fuego (57,2); Neuquén (52,2); La Rioja (46,1); Mendoza (38,0); Misiones (36,8); Jujuy (36,0); Buenos Aires (33,1) y Santa Cruz (32,8). Con esto, Buenos Aires es la séptima provincia con mayor crecimiento en la actividad docente y, también, una de las pocas del país donde los colegios privados emplean más gente que las escuelas públicas. El dato es inverso en todo el país salvo en: Santa Fe, Buenos Aires, Capital Federal y Córdoba.
Es que en general la cantidad de docentes aumentó en proporciones similares en los sectores estatales (23,4 por ciento) y privados (23,7 por ciento). A pesar de esta paridad en el crecimiento, ocho de cada diez maestros trabaja en el sector estatal.
El censo se realizó entre octubre y noviembre de 2004, cubrió al 96 por ciento de los docentes y abarcó a 46 mil establecimientos. Pero el procesamiento de los datos llevó dos años y los resultados recién se dieron a conocer, a pocos días de que en las escuelas se empiece a debatir nuevamente el borrador de la Ley de Educación.
En el informe se detalla que en todo el país hay un total de 825.250 docentes y el 90 por ciento se encuentra en actividad. El porcentaje en que creció la cantidad de profesionales (22,6 por ciento) es proporcional al incremento del número de alumnos, ya que la expansión de la matrícula en los mismos años ascendió un 20 por ciento.
Una de los datos que se destacan en el estudio es que en los años de crisis económica muchos maestros que estaban licenciados o retirados volvieron a ejercer la profesión. Los datos fueron presentados por el ministro de Educación nacional, Daniel Filmus; la directora nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa, Marta Kisi- levsky; y subsecretario de Planeamiento Educativo, Os- valdo Devries.
Esta información tiene una estrecha vinculación con la nueva Ley de Educación. Muchos de los datos servirán para planificar políticas nacionales de mayor alcance y precisión», detalló Filmus. Uno de los aspectos que resalta el censo es el aumento del nivel de formación de los docentes: mientras en 1994, el 65,5 por ciento había completado estudios de nivel superior o universitario; en 2004 la cifra subió al 76.5 por ciento. También, en la formación pedagógica y en la asistencia a los cursos de capacitación, en especial en inicial y primaria
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