El moderno sistema de Internet y sus “chat de encuentros” dieron pié a más de una historia de amor y también policiales de todo tipo.
Detrás de algunos nombres “ficticios” se esconden peligrosos delincuentes /as que encontraron un campo propicio para volcar sus “patologías” o “ cuentos del tío” –entre otras cosas-
La situación se dio en Venado Tuerto y arrancó con una dulce historia de amor y terminó en una causa por la falsa de denuncia del robo de un auto. El protagonista un joven de 27 años, oriundo de la localidad bonaerense de Banfield. El hombre denunció en la seccional 2ª que le habían robado el auto en la zona de la terminal, pero la patente que suministró no existía. A partir de ese dato, y ante el asombro de los uniformados, pudo saberse que todo era un fiasco originado por la necesidad. El joven llegó a «La esmeralda del sur» para encontrarse con una dama a la que había conocido en una charla virtual por Internet. El encuentro le costó todo el dinero que tenía en su billetera, incluyendo el del pasaje de regreso, y radicó la denuncia especulando que con una constancia policial alguna empresa de micros lo llevara sin pagar.
La mentira tiene patas cortas, dicen las abuelas, y Mario L. tuvo que sufrirlo en carne propia para aprender la lección. Cuando Mario entró a la seccional de Venado Tuerto venía de disfrutar algo muy cercano a la felicidad. O al menos eso sentía. Pero nada es gratis en la vida. «El hombre llamó al 101 denunciando que le habían robado un Volkswagen Golf negro, patente PZH 145, que había dejado estacionado en la esquina de la terminal», explicó un investigador que trabajó en el insólito caso.
Una patente falsa
«Cuando llegó a la seccional 2ª se le permitió que llamara a su familia y se dio con las características del vehículo denunciado», contó el oficial. Y los resultados se vieron casi al instante. «La patente que dio el muchacho no existía», explicó el pesquisa. Así, en la guardia de la 2ª, la denuncia de robo que realizaba Mario comenzó a derrumbarse como un gran castillo de naipes. «Se llamó a los familiares de este hombre en provincia de Buenos Aires y ellos contaron que jamás había tenido un auto», precisó la fuente.
Y todo fue en caída libre. «El padre primero se asombró y nos dijo que pensaba que su hijo estaba trabajando en Inglaterra ligado al polo. Y también contó que su hijo jamás había tenido auto», relató el investigador. Para colmo de males, cuando los efectivos lo requisaron le encontraron en la campera un pasaje de micro fechado en Retiro con destino Venado Tuerto, que daba por tierra con todo lo expuesto por Mario.
«Con la evidencia sobre la mesa, el muchacho se quebró y contó su historia. Había llegado a Venado para contactarse con una mujer que había conocido mediante el chat, a la que no conocía y que vive en una localidad vecina (40 kilómetros en la provincia de Córdoba). Dijo que había arribado esa mañana y que se había gastado todo el dinero en el encuentro con la mujer. No tenía ni para el pasaje de vuelta», confió el informante. «Entonces especuló que, denunciando el robo de un auto, iba a conseguir una constancia policial con la cual podría viajar gratis en alguna empresa hasta Retiro», comentó.
Pero nada salió como Mario esperaba. Primero se quedó sin un peso. Los efectivos policiales de la quinta ciudad de la provincia, lo encausaron por falsa denuncia. Estuvo detenido unas horas en la 2ª hasta que el juez le otorgó la libertad, ya que no tenía antecedentes penales. (La capital)
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