Confederaciones Rurales Argentinas comenzará un paro agropecuario de cuatro días. Sus dirigentes indican que la medida de fuerza no es contra el Gobierno nacional ni contra el consumidor. La pregunta entonces es ¿A favor de quien cierran las puertas de las tranqueras? ¿Tal vez de Macri o López Murphy?.
La historia deja muchas enseñanzas y la más reciente “marca a fuego” a aquellos que la protagonizaron. A partir de l989, Carlos Menem, puso en marcha un plan económico “liberal” que muchos de los que hoy cerraran las puertas de sus campos, aplaudieron a rabiar. “Ya vendrán tiempos del derrame hacia abajo” indicaban. El desastre fue inmenso. Miles de pequeños productores quebraron, y solo se salvaron aquellos que “visitaban” la casa de Olivos y comían “opíparos” asados a la sombra del poder.
Son los mismos dirigentes que aplaudieron el desguace del Estado y la difunsión de organismos autárquicos rectores como la Junta Nacional de Carnes, Junta Nacional de Granos o el Instituto Vitivinicultura y esas no fueron “medidas de maquillaje” como acusan ahora.
Por último, los agropecuarios dicen que pierden plata. A esta altura y sin ser un economista, uno se pregunta donde van los 600 a 1000 pesos que produce cada novillo vendido, sea criado en un campo alquilado o propio.
En tanto, se debe remarcar, si alguna vez los grandes frigoríficos ganaron tanto plata como los últimos meses, o el rédito que tienen los abastecedores o los propios carniceros. Y ni que hablar de los campos sojeros. El lunes, los productores entregaran seguramente un petitorio al intendente Ricardo Casi del Frente para la Victoria.
Esperemos que el diálogo que se produzca sea fructífero para el pueblo que ya no necesita la “campana” para despertarse.
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