El mundial de fútbol disputado en Alemania concluyó. Italia fue el campeón. Argentina quedó eliminado en cuartos de final ante los locales, no pudiendo obtener el título logrado en 1978 y 1986. Colón Doce dialogó en Rosario con alguien que si fue campeón cuando la albiceleste era dirigida por Cesar Luis Menotti : Daniel Killer. El ex defensor nos recibió en su restaurant “Pico Fino” que comparte con su socio Carlos Lescano, situado en el corazón de la peatonal rosarina en San Martín y Córdoba.
Con su habitual amabilidad y predisposición comienza diciendo: “mi infancia fue hermosa, éramos una familia muy humilde, la cual estaba conformada por cuatro hermanos: Ricardo, Mario, Alfredo -que es el menor y nació después de 12 años del último- y yo”.
Sus comienzos
Los comienzos futbolísticos para Killer fueron duros ya que relata que “después de haber pasado por clubes como Río Negro y Banfield de Barrio Belgrano (zona oeste de Rosario) fui a probarme a Buenos Aires pero la parte económica hizo que vuelva debido a que tenía que pagar la pensión, la comida y no había representantes como ahora sino que el único sostén era mi padre que trabajaba de sol a sol y siempre quiso que estudiemos, marcándonos una conducta estricta y derecha que con el correr de la vida continuamos teniéndola”.
Daniel con esfuerzo y trabajo logró llegar a Primera División debutando en Rosario Central, pasando a Racing de Avellaneda, Newells, Velez Sarfield, Bucaramanga de Colombia, Unión de Santa Fé, Argentino de Rosario y Renato Cesarini . Al definirse cual era su estilo afirma sin dudar “ siempre tuve de ejemplo en el exterior a Becken- bauer. Yo no tenía mucha categoría pero fui en mi puesto recio, con una entrega física terrible, tal es así que mis rivales tenían temor de “chocar” conmigo porque era como una pared”.
Todos comentan la diferencia de juego entre el fútbol actual y el pasado. Killer al respecto, con autoridad, manifiesta : “antes existían jugadores que ponían la pelota contra el piso y resultaba complicado sacársela. Además había gente de talento como Mario Sanabria, Carlos Babington -entre otros- que poseían picardía y se brindaban para el equipo. Hoy el juego pasa por lo físico, la pelota anda por el aire facilitándoles las cosas a los defensores, por lo que el toque y la gambeta están desapareciendo”.
Respeto, Clásico
y Anécdotas
La mayoría de las personas, periodistas, extranjeros y turistas afirman que River-Boca es el clásico más emocionante del mundo. Un escalón mas abajo sin dudas hay que situar a Rosario Central- Newels Old Boys de Rosario, que se vive con gran pasión antes, durante y después de finalizar el encuentro. Por la gran rivalidad fueron pocos quienes vistieron ambas camisetas, incluyendo a Daniel que asegura: “fue una satisfacción haber jugado en los dos clubes y tener el respeto de las hinchadas. Tengo la conciencia tranquila que hice las cosas bien y nadie puede reprocharme que no me entregué al máximo. En la actualidad no podría hacerlo porque la rivalidad se acrecentó cada vez más”.
La vida posibilitó que su hermano menor Mario también jugara en Primera División aunque con otro estilo al “Caballo”, apodo de Daniel. Era hábil y rápido. Una vez tuvieron que enfrentarse en un campo de juego. El ex defensor jugaba para Newells y el “Colorado” hacia lo propio para Independiente. Daniel narra que “en un momento mi hermano me encara, tira la pelota por el costado y me pasa por el sector derecho. Lo único que atiné fue a darle un puñetazo en el bajo vientre que lo dejó tirado. Yo estaba amonestado por lo que me acercó y le pido que se levante que sino me echaban. Con gran dolor me afirma que es imposible. Ahí se acerca el árbitro que era Teodoro Nitti y sin dudar me dice: “no lo echo porque es su hermano”. Jamás olvidaré ese momento”.
Recuerdos
imborrables
El primer título mundial a nivel fútbol para la Argentina fue en 1978. Con nostalgia, Daniel recuerda: “es lo más lindo, es tocar el cielo con las manos. Levantar la Copa es una gran satisfacción”.
Durante la ceremonia inaugural de Alemania fueron homenajeados todos los campeones a lo largo de la historia. Daniel Killer, junto a muchos futbolistas estuvo en el césped del estadio de Munich. Para él “fue una sensación hermosa. La organización fue perfecta, la fiesta no fue masiva como en el mundial que se realizó en la Argentina. Debo agradecerle a Julio Grondona y a FIFA que nos posibilitó estar ahí, sin pagar un peso y encontrarme con los amigos que me dio el fútbol”.
Al hacer el balance de la participación de la Argentina, el “Caballo” certifica: “el balance fue positivo ya que surgieron jugadores que nadie tenía en cuenta como Maxi Rodríguez. Me gusto mucho Ayala y Heinze que demostraron personalidad y buen juego aéreo. Mientras que en la delantera teníamos a los “bajitos” que realizaron un gran papel”. Finalizando el café y en consecuencia la charla, Daniel afirma que “Pekerman cumplió su ciclo aunque todavía no deben tirarse nombres para sucederlo «confío en que Grondona va a hacer una buena elección del mismo».
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