Juan Cruz, está entre nosotros

El 14 de noviembre se cumple un año de la tragedia de mi querido hijo, un año donde las cosas no han sido fáciles, donde el dolor y la soledad por tu ausencia nos ha herido en lo más profundo del corazón,...

A mi como papa, a tú mamá Pía, y por supuestos a todos tus amigos y amigas, pero en este día tan triste para nuestros recuerdos solo deseo contar en voz alta mis vivencias; quizás la vida nos deparaba este final. Tal vez por eso tu ansiedad de vivir a pleno cada instante, estamos orgullosos de tu paso por este mundo “Chispita”. Cosechaste tantos amigos y tanto amor que ni yo imagine hasta donde has llegado, ellos tan aferrados a nosotros como nosotros a ellos, dándonos fuerza unos a otros para seguir aguantando tanto dolor.
Quizás esta sea una de mis últimas cartas que publique, ante tanta solidaridad de los chicos, de la gente de bien de mi pueblo, no hace falta ya mencionarte, estas entre nosotros, no físicamente pero si vivirás en nuestros corazones, cada vez que se escuche una marcha o ruja algún motor aparecerás en nuestra memoria, y los corazones latirán como nunca con solo recordarte en silencio, yo estaré donde tenga que estar para cumplirte algunos de tus sueños, se que no será igual, solo déjame intentarlo.
De ahora en más seguiré trabajando incansablemente en busca de la tan ansiada justicia, como lo prometí en aquel momento y como seguramente sucederá, así que amado Juanchi lo prometido es deuda y jamás permitiré que esta sea una historia más.

Firma: Adalberto Salvatori

Nota de redacción de Colón Doce: El domingo 14 de setiembre siendo las 21.00, Juan Cruz Salvatori, pierde la vida en un accidente de tránsito en Ruta 8, frente a las puertas del Lago Municipal. El auto que conducía junto a su amigo José Reybet, atropella una vaca raza Holanda y que estaba impunemente sobre la cinta asfáltica. Juan Cruz fallece instantáneamente y su amigo queda con graves heridas y se recupera satisfactoriamente.
La Fiscal Victoria Mariani realiza un impecable trabajo investigativo, logrando a través de testimonios reunir indicios suficientes para determinar la propiedad del animal causante de la tragedia.
La causa tiene pedido de elevación a juicio oral y público.