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03/11/2005
Editorial

«No llores por mi Argentina» por Cinthia Calvigioni


cinthia_edit-041105 (18k image)Por estas horas que usted esta leyendo esta editorial estará arribando a nuestro país el presidente de Estados Unidos, George Bush. Su llegada genera controversias y debates y propicia que nos sentemos a reflexionar acerca del mundo actual y hacia donde queremos dirigirnos. Después de todo es nuestro destino y el de nuestros seres queridos.


En esta cumbre los presidentes se reúnen para sellar acuerdos que rigen la vida de las sociedades a quienes representan. Que paradoja, no? En la organización de esta cumbre se inviertieron millones de pesos en seguridad e infraestructura, en un país que recién se está intentando levantar de una caída que lo puso al borde de la muerte.


Este evento moviliza 10 mil hombres que custodian Mar del Plata como si estuviéramos en plena guerra, mientras la estación de Haedo queda sin protección y a merced de los vándalos porque no se cuentan «con los efectivos bonaerenses necesarios».


Uno de los principales protagonistas es el presidente de una de las potencias más grandes del mundo, EEUU. Esta persona encarna a través de su mandato la lógica del capitalismo en la actualidad, que se basa en una ley inquebrantable y precisa: la obtención del beneficio máximo. Nunca esa premisa estuvo más lejos de las necesidades básicas de la mayoría de la población en beneficio de unos pocos.


El es la mano visible que maneja los hilos despiadados de un sistema de crueldad contra los pueblos, de saqueo de los recursos naturales, de aniquilación de la diversidad cultural e impulsar una homogeneidad impuesta, de reiteradas violaciones a los derechos humanos y la democracia, tan «respetada» y en nombre de la cual se generan despiadas guerras en la supuesta defensa de su país.


¿Cuántos inocentes murieron en la guerra de Irak? ¿Cuantos inocentes sufren a causa de los bloqueos económicos impuestos por esta potencia? ¿Cuantas familias quedaron destruidas, cuántos pueblos fueron arrasados? ¿Cuantas voces y movimientos culturales se destruyeron con la fuerza de las armas?


Esta persona, que en nombre de la lucha por la paz y la destrucción de armas masivas, generó una guerra en la que luego se comprobó su causa se sustentaba en una acusación inexistente. La única causa que lo motivó fue su sed de poder económico. ¿En dónde esta la justicia? ¿Porque solamente Saddam Husseim serà juzgado?


Este señor es, además, propulsor del ALCA, el acuerdo que impulsa la libre circulación de las mercancias y el capital desde Alaska hasta Usuahia. Un tratado que se negocia a espalda de los pueblos y que beneficia solamente a los EEUU y a los grande grupos económicos de este país.


Obviamente que no beneficia a todo el pueblo norteamericano, dejando al margen a los trabajadores, inmigrantes, los que por su racismo con respecto a la gente de color son tratados como si pertenecieran a otro género humano, los sin techo, que no verán los réditos del mismo. Pero este país lo necesita para resurgir de sus problemas económicos y poder así saciar su sed de dominación.


En Argentina esta potencia económica no nos mata a través de una guerra, sino por medio de las políticas económicas que impone y extermina a los jubilados, a los pobres, a los jóvenes que ya no son dueños de su futuro, que ni siquiera son capaces de formar una familia propia por no contar con los recursos necesarios.


Mata cada día con la inseguridad que genera, aniquila a esas personas que no tienen acceso a un sistema de salud publico. Deja excluido a miles de personas del derecho a una vivienda y a la educación, miles de las cuales solo pueden mendigar una plan Trabajar. Propicia que millones de personas se hayan exiliado en busca de un empleo, que otras millones se hayan quedado sin dignidad.


Porque aun sueño con un mundo con oportunidades para todos, donde haya una distribución de la riqueza mayor para todos, porque quiero que mi hija próxima a nacer cuente con un sistema de educación y salud, que viva en una América Latina donde no exista una nivel de desempleo avergonzante, en donde la mitad de los pobladores son excluidos de las necesidades básicas, que no tenga que dejar esta tierra en busca de la promesa de un futuro mejor, no le doy la bienvenida Sr Bush.


Porque podrá ganar una batalla pero no la guerra final. Como dijo el premio nobel de la paz Adolfo Perez Esquivel, «los emergentes históricos de los pueblos son como los rìos subterràneos donde convergen otros ríos y en un momento determinado se unen al gran caudal y surgen a la superficie. Cambian el curso, transformando la sociedad y la vida».


Estamos en una etapa histórica de transformación, porque a pesar de la existencia de personas que tratan de avasallar nuestros derechos en esta cumbre, existe una contracumbre, existe la voz de un pueblo que no se calla, que alza su voz y protesta, existen argentinos y latinoamericanos que con su trabajo diario, con su lucha rutinaria y su colaboración económica, social y cultural encienden la esperanza e impulsan un avance en el camino hacia la utopía de un mundo más justo»


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