Lo importante, señalan los especialistas, es que ambos son curables si se detectan en forma temprana. Los detalles de ambas enfermedades, y la forma de prevenirlas, estuvieron en el centro de la escena durante las V Jornadas Provinciales Progema (Programa de Prevención del Cáncer Genito Mamario), que se llevaron a cabo en el Centro Cultural Islas Malvinas de La Plata, organizadas por el ministerio de Salud de la Provincia.
Se presume que de cada ocho mujeres, una ha tenido, tiene o va a tener cáncer de mama. En la Provincia, el cáncer mamario causa 1.700 muertes anuales y sólo puede detectarse mediante la mamografía, un estudio que los especialistas recomiendan a partir de los 35 años si se tienen antecedentes familiares de la enfermedad o bien desde los 40, cuando no hay casos en la familia.
«Por eso insistimos en el autoexamen mamario y en la mamografía bilateral, y para esto estamos comprando más mamógrafos -que estarán disponibles a partir de 2006-, para los hospitales más importantes de la provincia», anunció el ministro de Salud bonaerense, Ismael Passaglia, durante el acto de apertura de la jornada.
Agregó el ministro que para combatir la patología mamaria «llevamos a los barrios más alejados y carenciados de la Provincia los hospitales móviles donde las mujeres pueden realizarse el estudio en forma gratuita y recibir el resultado en poco tiempo».
CANCER DE CUELLO UTERINO
Dentro de los cánceres que afectan a la población femenina, el tercero más frecuente es el de cuello uterino (luego del de mama y colon), un tipo de carcinoma con causas claras: se trata de una enfermedad de transmisión sexual que se desarrolla a partir de ciertas cepas del Virus del Papiloma Humano o HPV (por sus iniciales en inglés).
«En la provincia de Buenos Aires detectamos por año 450 casos de estadíos avanzados de cáncer de cuello uterino y más de 1.200 cánceres in situ, que es el que recién comienza y puede tratarse y curarse. No obstante el más avanzado tiene distintos estadíos y también existen posibilidades terapéuticas como la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia», explicó Elvira Guidi, coordinadora del Programa provincial.
Guidi hizo hincapié en la necesidad de prevenir este cáncer a través del uso de preservativos durante las relaciones sexuales y, como prevención secundaria, mediante la realización del Papanicolaou, un estudio que debe hacerse anualmente desde el momento en que se comienza a tener una vida sexual activa.
Passaglia destacó, en este sentido, que «hay que insistir con el Papanicolaou porque las últimas estadísticas señalan que, en territorio bonaerense, cada 100 mil mujeres, dos mueren por esta enfermedad de transmisión sexual» y, en términos generales, agregó que el cáncer -en todas sus formas-, es el responsable del 30 por ciento de las muertes en la Provincia, de modo que se ubica como segunda causa de mortalidad después de las enfermedades cardiovasculares, que producen el 50 por ciento de los decesos.
Augusto Chafloque Gamarra trabaja en el municipio de Almirante Brown, es patólogo y estuvo a cargo de coordinar una de las mesas redondas en las que se abordó la problemática del cáncer de cuello uterino durante las Jornadas Progema.
Su trabajo, en pleno Conurbano bonaerense, le permite observar a diario que la iniciación sexual es cada vez más precoz, «yo veo con mucha frecuencia, Papanicolaou de pacientes de 13 a 15 años, por eso es importante tener un control regular a partir de esa edad». El estudio, que debe realizarse en forma anual, debe continuarse, incluso bastantes después de la menopausia, hasta los 75 años.
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