Las consecuencias de la denuncia realizada por la mujer son políticamente explosivas. El dirigente gremial y candidato a diputado provincial por la Segunda Sección Electoral Ramón Ayala fue aprehendido y puesto a disposición de la justicia.
Según fuentes policiales, la joven de 20 años de nombre Gabriela, oriunda del Norte de Santa Fé, de estatura baja, morocha y de pelo corto, habría ejercido la prostitución en el cabaret «Susurros», en ruta 8, ubicado a la altura de Wheelwright. Las repercusiones del caso tendrían eco en la justicia santafesina debido a que la mujer tendría menos de 21 años.
De acuerdo con lo que se habría convenido en «Susurros» entre el dirigente colonense y la mujer, está aceptó mantener relaciones en el Motel «MAS», de Colón, de 4 a 5.30hs de la madrugada.
Pero, siempre según la denuncia, una vez concluido el turno ingresaron al cuarto otras seis personas -cinco hombres y una mujer-, y al menos uno de ellos violó a la joven.
La causa, que instruye la fiscal subrogante de Pergamino, Dra. Ghiotti, habría sido caratulada «lesiones leves», un delito que prevé de un mes a un año de prisión.
Sin embargo, una versión de personas cercanas a Ramón Ayala indican que lo sucedido en el interior del Motel “MAS” se debió a un mal entendido entre la mujer y el sindicalista.
También desde el círculo cercano al gremialista se indica que una vez que la pareja estuvo en el interior de la habitación, varios hombres habrían ingresado a la misma y golpeado a los ocupantes.
En otro orden, el propio Ramón Ayala se habría presentado en la mañana del miércoles en la Comisaría de Colón, comunicando lo acontecido con la trabajadora sexual y luego habría ido a la guardia del Hospital Municipal a curarse de la herida que supuestamente la mujer hizo en su cabeza con una botella de champagne. Sin embargo fue detenido al mediodía en la oficina de una Mutual Sindical de calle 13. La historia
El miércoles y ayer jueves las calles de nuestra ciudad, eran un hervidero de versiones que involucraban a personas con domicilio en nuestra ciudad y que habrían participado del presunto encuentro en el motel rutero.
Lo que va trascendiendo de la hermética causa es que la mujer fue encontrada por un móvil policial, y llevada a la comisaría donde habría reconocido en una foto a su presunto violador. La alternadora habría contado a la justicia que huyó del cuarto, luego de aplicarle un golpe de botella a su presunto agresor.
A campo traviesa llegó a una casa reclamando ayuda. El vecino habría llamado de inmediato a la policía. La joven de 20 años fue internada en el Hospital Municipal y permanece con custodia policial.
En la tarde de ayer jueves llegaban dos abogados de la Comisión de Derechos Humanos para asistirla. El miércoles la mujer habría declarado tres veces ante la justicia, la última vez de 18 a 21. En tanto Ramón Ayala fue llevado el jueves a las 9.30 para declarar ante la Fiscal Alejandra Ghiotti.
Las pericias
En la tarde del miércoles se realizaron dos allanamientos. En uno se encontró una camisa, la cual sería la que llevaba Ayala en el momento de la presunta pelea. La prenda tendría una mancha de sangre, pero lavada.
Por otro lado, los peritos se dirigieron a la habitación del Motel «MAS» donde se desarrollaron los hechos.
Los datos más salientes son los siguientes: la habitación permaneció cerrada desde que la policía comunicó la denuncia a los responsables del Motel. Los peritos habrían encontrado un desorden normal de cualquier habitación de motel.
Un dato sumamente importante es que la ventana solo se podría abrir desde el interior y que del lado de afuera se encontró tierra de hace varios días sobre la superficie de la madera, por lo que no habría sido abierta esa noche, descartando la hipótesis de que los supuestos intrusos habrían ingresado por la misma.
También se habría encontrado la botella de champagne, tamaño chico con la que la meretriz se habría defendido del presunto ataque.
Por otro lado, el empleado del Motel habría declarado que solamente ingresó y salió un auto (Renault Megane) y que se habría enterado de la situación cuando llegó el patrullero policial.
Un dato que no debe pasar desapercibido es que de acercarse personas caminando a las habitaciones, existen varios perros que ladran y alertan rápidamente situación que no habría sucedido.
La Justicia deberá determinar con exactitud como fueron los hechos. Al cierre de nuestra edición, 17 hs, Ramón Ayala continuaba declarando ante la Dra. Ghiotti.
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