El accidente en cadena de los cinco camiones dejó entre los hierros retorcidos cuatro dolorosas muertes. Los que estuvimos en el sitio de la catástrofe observamos algunas aristas que debe hacer reflexionar y corregir a las autoridades provinciales que están a cargo de la seguridad de las carreteras.
En primer lugar se debe felicitar y destacar el trabajo de los Bomberos Voluntarios de Wheelwright (brigada femenina y masculina) los Bomberos Voluntarios de Colón y a los médicos del SAMCO y del Hospital Municipal que estuvieron en el difícil escenario de la tragedia.
Las virtudes que se pudieron observar en un escenario caótico y pocas veces visto en el país fueron varias.
Los Servidores Públicos trabajaron coordinadamente y en el lugar del accidente hubo un comando que centralizó las decisiones.
También en forma rápida hubo una evaluación de las circunstancias y se determinaron cuales eran las prioridades para salvar a la mayor cantidad de accidentados.
Por otro lado al tener los Bomberos santafecinos y bonaerenses una capacitación básica común, trabajaron durante la jornada como un solo equipo.
Las fallas
En el accidente de los camiones falló la operatividad de la policía de Santa Fe y Buenos Aires y se notó una falta de coordinación entre ambas fuerzas.
También debemos destacar que no hubo un plan con prioridades y conducente a que no halla nuevos accidentes ni aglomeraciones de tránsito sobre la Ruta 8.
Un ejemplo nos basta para describir la situación. Siendo las tres de la tarde el remisero que nos había llevado al accidente, trataba en la recta entre San Sebastián y la primera curva de avisar haciendo señas de luces para que los camiones aminoren la velocidad porque apenas dos kilómetros después había más de 100 personas que trabajaban para salvar vidas.
Según pudimos observar y aunque no tenemos experiencia en este tipo de situaciones se debió realizar un operativo (con todos los requisitos de conos y balizas) avisando de la situación a los camioneros y automovilistas a unos dos o tres kilómetros del lugar accidente. La consigna hubiese sido que se circulara con precaución.
También y en forma paralela se debió realizar un operativo ubicado en Ruta 8, antes de la Ruta 50, para darle una opción a los automovilistas y camiones que circulaban de Pergamino a Colón para que puedan desviarse por Ferré y para que retomarán Ruta 7, aunque los dos by-pas que tiene en cercanías de la laguna «La Picasa» no estén al ciento por ciento.
Por otro lado y de la misma forma, se debió realizar un operativo en Ruta 8 y cruce con Santa Isabel, para darle opción de desvío a Ruta 7, a los camiones que circulaban desde Venado Tuerto a Colón.
Con estas simples medidas se hubieran evitado largas colas de camiones y autos y aglomeraciones que alcanzaban varios kilómetros.
Periodismo
Siendo las dos de tarde prestigiosos medios de la ciudad de Buenos Aires daban un saldo de 8 muertos en el accidente de los camiones, con el correr de las horas los distintos noticieros reproducían información donde existían 5, 6 y hasta 7 muertos. La conclusión era que información que trascendía desde nuestra ciudad era caótica.
Los medios de Colón con llegada nacional o adheridos a las agencias y con un responsabilidad nos resultó exasperante desmentir y explicar la real situación.
En este sentido, tenemos en claro que existen etapas para dar la información. En primer lugar luego de un tiempo prudencial se debe conocer la cantidad de muertos y heridos, para dimensionar la situación.
La segunda etapa y una vez que las autoridades tengan en claro la identidad, los lugares de procedencia de las víctimas y por último ( una vez que los familiares estén notificados) la identificación de las personas involucradas.
Sería de muy buen tino que en situaciones como las vividas el pasado jueves, el propio Director del Hospital Municipal centralice la información y que la misma salga “limpia” a los medios de prensa para que no existan distorsiones, y si las hay ya serían responsabilidad de los periodistas o los medios que la facilitan.
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