La contrapartida es un hombre con cuatro hijos de 1, 3, 5 y 7 años que reclama desde hace varios años una casa.
En nuestra ciudad las historias de necesidad social se mezclan con otras de indignación o asombro. Uno de los temas que causó rumores y mucha bronca en los últimos meses fue ron las supuestas ventas de casas adjudicadas por planes habitacionales que son subvencionados desde la provincia de Buenos Aires. Las versiones relatan casos puntuales de núcleos familiares que han alquilado o vendido las viviendas construidas por el Estado.
Según algunas fuentes, un caso de este tipo, sería el de una mujer con cuatro hijos (una nena y tres varones), uno de ellos internado en un Instituto Médico.
Ninguno de los jóvenes actualmente conviviría con su madre biológica. La mujer que vivía en un edificio público abandonado, reclamó una casa, la cual le fue adjudicada en el nuevo aglomerado situado en barrio Rivadavia. En ese momento los hijos compartían el hogar.
A los pocos meses, esta mujer, habría vendido la casa otorgada a un comerciante colonense por un valor cercano a los 3000 pesos (otra versión indicaría que la habría cambiado por una moto). Lo cierto es que la mujer habría dejado la vivienda y nuevamente estaría viviendo en condiciones no dignas.
Las versiones creíbles indican que en nuestra ciudad habría personas con dinero suficiente que buscarían este tipo de casos para comprarles a un precio irrisorio las viviendas y luego alqui- larlas o revenderlas. También se contactarían con personas mayores que quieren vender un auto o un terreno a precio módico.
La cuestión sería hacer negocios redituables. Por otro lado, y aunque no pudimos confirmarlo existirían viviendas ocupadas con personas que podrían tener por lo menos una propiedad.
Lo que podría estar aconteciendo es grave, por eso sería bueno “agendarlo” y que el Poder Ejecutivo o el Legislativo local regule algún tipo de normativa o acción para que esto (de estar sucediendo) no vuelva a ocurrir.
La contrapartida
La contrapartida a la situación relatada es Juan que tiene cuatro hijos de 1, 3, 5 y 7 años, tiene un trabajo, paga un alquiler y hace exactamente siete años que busca desesperadamente una vivienda para su familia. -
|