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01/09/2005
Ganadería

El gobierno nacional prohibió la faena de vacunos chicos


corral_novillos020905 (21k image)La medida podría llegar tarde y se debió tomar un año antes para evitar precios internos altos. El fenómeno fue a nunciado por Colón Doce. Las distorsiones en el precio de la carne vacuna se pueden profundizar.


El gobierno Nacional a través de la Resolución Nº 645 de la Secretaria de Agricultura Ganadería y Pesca, limitó el peso de la faena vacuna a 300 kilos. La medida tiene dos contras: podría llegar tarde para que no aumente la carne vacuna y se tardaría aún más en recomponer el stock ganadero.


También el presidente Néstor Kirchner no tendría las palancas del Estado “adecuadas” para llevar adelante la medida efectivamente. Las causas el desguace de los organismo contralores llevado adelante por el ex presidente Carlos Menem y Domingo Cavallo.


El tema central de parte del Estado no es ser “interventor”, si no desarrollar políticas para ser buen arbitro que imponga las normativas y que las riquezas de nuestra patria no sean esquilmadas.


En otro orden las Asociaciones que nuclean a los productores rechazaron enérgicamente las medidas encaradas por el Gobierno Nacional.

Agosto del 2004


En agosto de 2004 e intuyendo lo que pasaría en setiembre de 2005 (mes crucial para el aumento de precio de la carne) escribíamos (buscar archivos digitales en buscadores):


“El gobierno Nacional, para evitar un brusca distorsión en el mercado de la carne debería tomar a través de los organismo correspondientes (SENASA, ONCCA) una serie de medidas para garantizar que los cortes populares no excedan ciertos límites de precios.


Un camino viable sería por reparación impositiva o la compensación entre los cortes de consumo y de exportación que deberían realizar los frigoríficos que tengan cuota Hiltón o similares.


En este sentido, se debe tener en cuenta el efecto económico negativo en la suba de precio de carne vacuna que “arrastra” a los alimentos sustitutos como pollos, carne porcina, fideos etc. El impacto económico-social podría desembocar en un espiral inflacionario en los productos de la canasta familiar que deteriore aún más los salarios.


Por otro lado, históricamente el mercado interno tuvo raras paradojas. Una de ellas es que los que consumen corte vacuno de alta calidad (lomo, peceto, bife angosto, cuadril) son subvencionados por los que consumen cortes de baja calidad como puchero, asado, vacio etc.


El tema técnico se ejemplifica de la siguiente forma: un lomo de exportación cuesta doce dólares ( 36 pesos) el kilo y en las carnicerías puede costar de 8 a 10 pesos. La diferencia del precio de los cortes de exportación con los cortes que van a consumo interno es “pagado” por los cortes populares.


La compensación que debería proyectar el gobierno nacional para que no aumente el valor de los cortes populares tendría que tener como base este principio. En los últimos meses se notó en forma generalizada una “acelerada” liquidación del stock vacuno. La problemática es de tal magnitud que un legislador presentó un proyecto en el Congreso Nacional para evitar la matanza de terneras hembras y vaquillonas.


En nuestra ciudad se observa con fuerza esta situación. El paladar de los colonenses hasta hace pocos meses, estaba habituado a comprar en los comercios de carnes minoristas cortes de novillos de entre 116 y 135 kilos con grasa 1, 2 y 3. Las carnicerías del centro vendían esta clasificación vacuna, mientras que las carnicerías de los barrios se dedicaban a la venta de vacas entre los 90 a 120 kilos con grasa 1,2 y 3.


Existe un paulatino y creciente fenómeno que demuestra una “despiadada liquidación de stock´”. Las carnicerías de los barrios y comercios céntricos venden por igual cortes de terneros (hembras y machos) de 67 a 73 kilos y vaquillonas y novillitos (mal terminadas) de 75 a 90 kilos con gordura 0, 1 y 2.


Por otro lado, recordar el principio básico que cuando se mata una hembra el ciclo ganadero tarda cinco años en recuperarse. El seguimiento del precio de la carne vacuna a través de la historia puede trasladarse al plano político-económico.


En los últimos 50 años, los pico de precio y la caída de el consumo por habitante, costó caídas de Ministros o Secretarios de Agricultura, Economía y hasta golpes de Estado. Si pusiéramos en una diagrama estos acontecimientos superpuestas con las variables en el precio del “dólar argentino” determinaríamos que existe un correlato llamativo”.


Victor Calvigioni Experto Agrario; Agrónomo General; Técnico Superior en Administración de Empresas y Técnico en Tipificación y Clasificación de Ganados y Carnes.


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