Los servidores públicos actuaron y abortaron un principio de incendio en una de las habitaciones. El lunes fueron nuevamente convocados desde la misma casa, pero esta vez el incendio estaba completamente desarrollado, produciendo pérdidas totales.
El misterio es que los servidores públicos no pudieron saber las verdaderas causas que originó los sendos focos ígneos. Un bombero que actuó habría contado que en un ambiente se encontraba un montón de ropa que estaba quemándose y que fue extinguido con polvo químico. Una vez que completó la tarea se iba a retirar y nuevamente se dio cuenta que habían vuelto las llamas.
Para otros, conocedores del tema indican que podría existir algún adolescente que debido a “desordenes” de tipo mental (hormonal etc) podría causar sin saberlo ni quererlo las llamas. El tema es más común de lo que parece y se puede dar con asiduidad.El caso inexplicable se agrega (puede compararse) con el ocurrido hace un año con un sacerdote que presta servicio en la parroquia de Colón.
El religioso fue llamado de urgencia porque en una localidad santafesina, un hombre había tomado una fuerza que los familiares catalogaban como “bestial”.
El cura al llegar (había decenas de testigos entre los que se encontraban bomberos y policías) se encontró con un hombre “enloquecido” subido a una escalera y que tomó entre sus manos un cable de energía eléctrica. El estallido y los chispazos fueron fenomenales y el hombre luego, del incidente y mas calmado bajo de la escalera sin ninguna lesión. El caso habría sido girado para su estudio a un obispado.
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