Las fiscales Victoria Mariani y Patricia Fernández, investigan la causa judicial y las ramificaciones que tendría la banda descubierta. Es uno de los golpes más importantes dado a los delincuentes en el corriente año.
Los nuevos detenidos son Claudio Rojo y Jorge Fradua los cuales se habían refugiado en la ciudad de Salto en casa de familiares y amigos.
La lista de los integrantes de la banda se completa con Héctor Tévez, Luis María Lázzari, Guillermo Jumelle, Víctor Echeverría, Claudio Tessore. La policía informó que existe un octavo miembro de la banda prófugo que viviría en Santo Tomé provincia de Santa Fe.
Las investigaciones habrían determinado que De Fradua, Lázzari y Tévez serían los «cabecillas» de la banda. La carátula original de la causa es de «robo doblemente agravado calificado por el uso de arma y en lugar poblado y en despoblado y en banda» y «asociación ilícita».
Si bien no todos los imputados ( algunos son encubridores) tienen la misma carga de delitos, sí aparecen como involucrados en la misma causa.
Delitos
La Justicia los inculpa de más de una docena de ilícitos perpetrados desde febrero de 2005 en los partidos de Pergamino, Suipacha, San Andrés de Giles, Chivilcoy, Salto y Saladillo en la provincia de Buenos Aires y en Pavón Arriba y General Gelly, provincia de Santa Fe.
La modalidad delictiva en algunos casos era similar: generalmente dos o tres miembros visitaban establecimientos rurales para ofrecer algún negocio al responsable del campo, como ser la compra de granos, y de esa manera entablaban relaciones.
En ciertas oportunidades se efectuaba la operación que terminaba con una defraudación, tal el caso de dos productores de la zona de Conesa y Guerrico.
En otras, a los dos o tres días, tras haber realizado el trabajo de «inteligencia» en el campo, conociendo la vulnerabilidad y el movimiento comercial y los elementos de valor que existían en el predio, tres o cuatro personas cometían un asalto en el cual se privaba de la libertad a las víctimas y se las despojaba de las pertenencias.
Entre los elementos que estarían registrados como robados por esta banda aparecen vehículos, dinero en efectivo, joyas, artículos de campo (platería), agroquímicos, armas, electrodomésticos, granos, etcétera, lo que sumaría -según un cálculo estimativo realizado por los investigadores un total cercano a los dos millones de pesos.
El accionar tenía entonces dos vertientes: cuando llegaban a un campo, si no podían hacer la operación comercial que se supone sería fraudulenta, era probable que ese establecimiento fuese asaltado en las horas siguientes.
La Policía indicó que los vehículos que utilizaron para los ataques -también robados- habrían terminado en algún desarmadero de la región. Llama la atención que los ilícitos se llevaron adelante en autos lujosos: dos camionetas 4x4, una Nissan y un BMW
Las penas
Cabe recordar que de probarse el delito de «asociación ilícita», a los imputados les cabría una pena de entre 3 y 10 años, sin posibilidades de excarcelación ordinaria, que se agravaría para la figura de los jefes, cuya pena prevé un mínimo de 5 años manteniendo el máximo de 10. En tanto, para el robo calificado la condena varía entre los 5 y 15 años de prisión.
A partir de haberse desbaratado esta banda, además de sacar de circulación a individuos que se dedicarían a delinquir, se habría desarticulado una importante cadena de comer- cialización de cereal «en negro».
Vale remarcar el trabajo intenso y paciente del personal de las fiscalías inter- vinientes como de la Policía de la Provincia, en especial de la DDI y de Información para la Prevención del Delito, ambas con asiento en nuestra ciudad.
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