Con ese objetivo, la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y la asociación que preside Estela de Carlotto elaboraron el informe «Maternidades Clandestinas», en el que se comprueba la existencia de seis centros clandestinos de detención donde nacieron bebes durante la última dictadura.
El segundo paso planeado es abrir un registro similar con otros lugares de la Provincia y que esta información termine en poder de la Justicia.
Un informe en manos de la Gobernación bonaerense habla con certeza de la existencia de los centros de detención que funcionaron como maternidades: La Cacha-Cárcel de Olmos; Regimiento de Infanteria 1 y 60; Pozo de Arana, Pozo de Banfield, Comisaria quinta y la Brigada de Investigaciones, todos ubicados en el partido de La Plata.
El titular de Derechos Humanos, Remo Carlotto, dijo que se abrió una segunda etapa en la investigación a otros centros de la provincia de Buenos Aires como Bahía Blanca, Mar del Plata y el Conurbano bonaerense.
La Secretaría de Carlotto presentó en mayo de este año ante el juez federal Humberto Blanco, una investigación que revela cómo operó un grupo de tareas conformado por integrantes del Servicio Penitenciario bonaerense en el Centro Clandestino La Cacha, durante la última dictadura.
El informe cruza legajos de miembros de la policía de esa época y las denuncias de víctimas. De esta manera, la presentación de la Secretaría imputa a 16 integrantes del Servicio penitenciario.
El informe de Maternidades Clandestinas elaborado por Abuelas de Plaza de Mayo, filial La Plata, está basado en los testimonios de ex detenidas en el Juicio por la Verdad en La Plata durante los años 2003 y 2004, aunque también conjuga fuentes documentales, periodísticas y bibliográficas, además de otras como causas judiciales y legajos DIPBA.
A través de los testimonios de Silvia Nieves Negro, Rosa Ángela Daniele, Nelfa Suárez, Perla Diez y Ema Lucero se pudo saber dónde dieron a luz, cuáles fueron las condiciones de detención, los nombres de algunos médicos represores y se pudo establecer que la Cárcel de Olmos funcionó como maternidad clandestina.
Silvia Nieves Negro fue secuestrada en 1974 y liberada en 1977; en mayo de 1975 fue llevada desde la cárcel de Olmos -donde estaba detenida- al Policlínico San Martín para dar a luz a su hijo Roberto.
En septiembre de 2003, durante su participación en una de las audiencias del Juicio por la Verdad, en La Plata, relató que «me llevaron esposada y aunque los médicos no querían, en esas condiciones nació mi hijo.
Casi me muero de la hemorragia y sin alta médica me llevaron de vuelta a Olmos». De allí fue trasladada a la Maternidad de Olmos y aseguró que el suyo fue el último caso de una detenida trasladada para dar a luz: las demás detenidas dieron a luz allí mismo.
Negro fue secuestrada en Valentín Alsina el 15 de noviembre de 1974 por un Comando de la Triple A. «Años después reconocí en la TV al jefe del operativo que me secuesro (Ramón Camps)», dijo. Finalmente fue liberada en julio de 1977.
El último nieto recuperado
La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo anunció en noviembre pasado el hallazgo de otro nieto -el número 79- apropiado ilegalmente en marzo de 1976, con apenas nueve meses de vida cuando su mamá, luego desaparecida, se encontraba secuestrada por la última dictadura.
Se trata de Pedro Luis Nadal García, hoy de 29 años, quien, gracias al trabajo de la organización pudo reencontrarse con su padre, Jorge Nadal, también secuestrado por la dictadura pero luego liberado. El padre de los niños, Jorge Nadal, fue secuestrado en la dictadura y liberado en el año 1979.
Se reencontró entonces con su hijo Carlos y desde su exilio en París, Francia, formuló la denuncia sobre la desaparición de Pedro que hizo llegar a Abuelas de Plaza de Mayo. La mamá Hilda continúa desaparecida.
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