Según se pudo determinar, el propietario de un campo, identificado como Tomás Vázquez, ubicado a cuatro kilómetros del casco urbano denuncio que dos jóvenes habían llegado al establecimiento rural y le pidieron permiso para cortar leña.
El requerimiento había sido denegado. La víctima se retiró del sitio y al volver se encontró que faltaban un revólver calibre 22 y un Mauser 7.65, con mira telescópica
Los uniformados comenzaron a investigar y obtuvieron un dato certero. Las armas se encontraban escondidas en una alcantarilla de calle 27 y 34.
El ilícito estaría aclarado y los ladrones identificados.
|