Este programa es patrocinado por el RENATRE (Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Rurales) y fue presentado por las propias autoridades de la institución, en el marco de un acto desarrollado en el Centro de Convención de la ciudad de Rosario.
En la presentación del operativo, que fue dado a conocer por la mesa directiva del RENATRE, encabezada por su presidente, Pablo Orsolini (representante de la Federación Agraria Argentina); el vicepresidente, Sebastián García (Confederaciones Rurales Argentinas); el secretario, José Araujo (UATRE); el tesorero, Oscar Ceriotti (secretario general de UATRE) y el director titular, Abel Guerrieri (Sociedad Rural Argentina).
En su alocución, Orsolini realizó una reseña de la actividad de la entidad desde su fundación, en 1999, y luego aseguró que “si es necesario las inspecciones van a ser infinitas para llegar a un ideal, que será que todos los trabajadores accedan a su libreta de trabajo y sean registrados para no seguir deambulando de un lado a otro, sin empleo estable por conveniencia de los empleadores”.
En este sentido, la Ley 25.191 dice en su artículo 4 que será considerado trabajador rural todo aquel que desempeñe tareas agrarias relacionadas principal y accesoriamente con la actividad campestre, en cualquiera de sus especializaciones, tales como la agrícola, frutihortícola, agropecuaria, forestal, avícola o apícola, de acuerdo con lo establecido por el Régimen Nacional de Trabajo Agrario aprobado por la Ley 22.248.
No obstante, más allá de que este plan de fiscalización aparece como una alternativa positiva y esperanzadora para los obreros del campo, no tiene fecha de vencimiento, o sea un plazo final al que los empleadores se deban ajustar para no recibir sanciones, lo cual transforma el blanqueo del total de los trabajadores casi en una quimera.
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