Y las consecuencias de su salida no paran: un grupo de productores de todo el país los está demandando por daños y perjuicios ya que un año antes de que la compañía se retirara compraron franquicias que finalmente nunca los redituaron y dañaron severamente su imagen.
En total son 21 las demandas de diferentes representantes zonales que se están tramitando en varias partes del país contra la aseguradora holandesa: Misiones, Concordia, Corrientes, Gualeguaychú, San Francisco, Rafaela, La Rioja, San Luis, San Rafael, Venado Tuerto, Pergamino, Junín, Campana, Zarate, Olavarria, Mar del Plata, Necochea, Bariloche, y Trelew.
Los Juicios iniciados son por daños y perjuicios por ruptura unilateral del contrato de representación, y los demandados son Nationale Nederlanden Cia de Seguros de Holanda, su sucursal de Argentina, y su representante legal Sr. Johannes Wiggert Hessel Richters. De las 21 presentaciones, 11 ya han sido erradicadas en los juzgados correspondientes, y si bien cada caso fue diferente, todos ellos pagaron un monto por la franquicia que en la mayoría de los casos fue de U$S 10.000/15.000.
El apoderado de cada una de las demandas es el doctor Alfredo Dagna de la ciudad de Junín (Buenos Aires), “Este juicio lo estamos llevando hasta su sede principal en Holanda, hemos enviado oficios al embajador de los países bajos y le hemos solicitado que se le notifique a la corona de Holanda, y estamos haciendo una presentación en Wall Street debido a que la aseguradora cotiza en la bolsa estadounidense. Y hay que tener en cuenta que en ese país, lo que le hizo ING a los productores es llamado estafa. Además se solicitaron inhibiciones y embargos preventivos ya que la compañía no tiene domicilio legal en el país”.
Daño a la imagen
Según el Dr. Dagna el monto de la demanda es de un millón por cada productor damnificado, “no hay negociaciones en individual, lo que significa que o los arreglan a todos de la misma manera o el juicio se sigue en todos los casos”.
El monto de negocios perdido es muy importante, pero el deterioro de nuestra imagen en cada una de las ciudades donde éramos franquiciados es inmenso. La Compañía que recomendábamos como la mejor, y donde los asegurados durante mucho tiempo efectuaron depósitos para prever su vejez, de un día para otro se va del país y transfiere los fondos a otra que ellos no eligieron. Recibimos reclamos de nuestros clientes en casi todos los casos y nos acusaron de falta de seriedad”.
Según el Dr. Dagna, “si bien el contrato aclara que al principio el negocio sería deficitario, ya que la empresa cobraría durante cinco años comisiones por ventas y recién después de ese periodo se empezaría a tener réditos en ganancias, al año se va ING del país.
Lo más grave, y nuestro principal argumento, es el “daño moral” causado a los productores. Hay que considerar que la empresa concedió franquicias a profesionales que estaban muy relacionados con la comunidad, por lo que al retirarse los hicieron quedar mal incluso con gente que trataban diariamente. Pocos pudieron seguir trabajando en seguros en sus localidades de origen”.
Un poco de historia
Recordemos que en febrero de 2004 ING Argentina, la sucursal regional de la compañía holandesa, se retiró del negocio de los seguros de vida en el país y cerró las sucursales del interior por lo que alrededor de 650 personas perdieron su trabajo.
Su edificio de Puerto Madero fue vendido a MAPFRE y más tarde los saldos de su cartera al grupo asegurador helvético Zurich Financial Services (ZFS). Recién en marzo de este año concluyó la compra de las actividades de seguros de vida.
La salida del país se enmarca, según la compañía, en una estrategia global para deshacerse de activos que no son importantes para su plan de negocios.
Así, la entidad ha vendido numerosos activos tanto en Europa como en Latinoamérica, entre los que destacan los de Brasil y también los de Chile, donde se deshicieron de su rama de seguros generales en favor de Liberty Mutual Group.
Por otra parte, ha anunciado hace poco que prevé eliminar 1.000 empleos en 2007 en la filial holandesa de seguros Nationale-Nederlanden.
Su argumento es que desea reducir los costes anuales a partir de esa fecha en 235 millones de euros y así mejorar la eficiencia.
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