El trágico enfrentamiento se produjo cuando un hombre que permanecía demorado para su identificación en la Sala de Prevención de la comisaría, despojó del arma reglamentaria a una agente y disparó indiscriminadamente contra una treintena de efectivos que se encontraban en el lugar.
Como consecuencia de la inesperada y violenta agresión, dos policías resultaron gravemente heridos, en tanto que otros repelieron el ataque y dispararon contra el detenido, que también cayó herido al ser alcanzado por al menos cuatro disparos.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 21.30 hs del martes, cuando una brigada de la Comisaría Cuarta intentó identificar a un hombre que caminaba por las afueras de la ciudad con un maletín de color gris y en actitud sospechosa.
El desconocido se negó a ser identificado, por lo que los policías lo trasladaron a dependencias de la comisaría, ubicada en la intersección de las calles San Martín y Entre Ríos, donde fue alojado en la Sala de Prevención, para establecer su identidad.
Fuentes consultadas revelaron que poco después del ingreso del desconocido, una veintena de efectivos que habían participado de una Academia Policial se aprestaban a retirarse a sus domicilios y otros diez se hacían cargo de la guardia nocturna.
En esa circunstancia, una mujer policía ingresó a la Sala de Prevención en busca de su chaqueta, lo que fue aprovechado por el demorado, quien la tomó por el cuello y le quitó su arma reglamentaria, un revólver calibre 38.
Luego, fuera de sí, el individuo apuntó el arma a la cabeza de la mujer mientras les reclamaba a los otros policías, amenazaba con matarla si su demanda no era atendida.
El hombre fue rodeado por la treintena de policías que se encontraban en el lugar, quienes aprestaron sus armas ante una eventual acción de fuga por parte del demorado.
El subcomisario Pilar Doval, junto a un sargento mayor de apellido Ríos, se acercaron al hombre e intentaron persuadirlo de que depusiera su actitud.
Sin embargo, en una reacción inesperada, el individuo arrojó la mujer al piso y luego disparó a quemarropa contra el suboficial y el subcomisario.
Tras un instante de sorpresa, los otros policías repelieron la agresión y poco después, cuando cesó el tiroteo, yacían en el suelo el subcomisario Doval y el suboficial Ríos y el desconocido.
El primero presentaba dos heridas de bala que le atravesaron una mano y se incrustaron en el pómulo derecho, en tanto que el suboficial recibió dos balazos a la altura del pecho, que no le dieron muerte debido a que impactaron contra la chapa identificatoria y el chaleco antibalas que llevaba puesto.
A pocos metros de ellos, se encontraba el agresor, que recibió cuatro disparos en distintas partes del cuerpo y se encontraba en grave estado.
Voceros de la Comisaría Cuarta informaron que luego del tiroteo, tanto los policías como el desconocido fueron trasladados al Hospital de la ciudad de Venado Tuerto, donde fueron intervenidos quirúrgicamente y permanecían en estado grave. (La Capital)
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