Esa parece ser la convicción del ministro de Seguridad provincial, León Arslanian, que anunció un programa de lucha contra el delito en el campo que contempla la incorporación de la figura del “cuerpo de baquianos”.
Los nuevos guardianes serán civiles que se dedicarán a tareas de inteligencia y de prevención. La iniciativa responde a la preocupación de los productores rurales, ahora reconocida por el gobierno provincial, ante el recrudecimiento de robos en campos y chacras, en muchos casos con violencia.
El proyecto de Arslanian fue presentado ante dirigentes rurales por el subsecretario de Seguridad, Martín Arias Duval. La iniciativa contempla la disolución de la Dirección de Delitos Rurales, establece un esquema de regionalización dividido en seis regiones: Norte (con sede en Pergamino); Noreste (Mercedes); Noroeste (Trenque Lauquen); Centro (Azul); Este (Chascomús); y Sur (Tres Arroyos).
En cada región habrá un centro de coordinación con un comando operativo a cargo de los actuales jefes de Coordinación de las Policías Comunales.
Según se supo, estos funcionarios policiales tendrán todos los recursos disponibles en cada lugar. Estos centros, que dependerán en forma directa del superintendente de policía y del Comando Estratégico Conjunto integrado por los más altos funcionarios de la cartera de Seguridad, recibirán, en principio, a los 190 efectivos de Delitos Rurales.
En el artículo séptimo del proyecto con formato de resolución se propone la creación de «un cuerpo de baquianos, integrado por personal civil con residencia permanente, en cada uno de los municipios del interior de la Provincia que integran los Centros de Coordinación de Lucha Contra el Delito en el Campo».
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