Además el Congreso pasó a un cuarto intermedio para el próximo 28 de junio; allí los organizadores prometieron contar con más de 454 congresales; la mitad más uno.
Esa es la cifra -la mitad más uno de los 906- que necesita el felipismo para transformar en legales las resoluciones que tomó el 26 de mayo. La postergación hasta el 28 tiene una razón estratégica elemental: la mesa chica del felipismo sabe de buena fuente que la oficialización de la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner es inminente.
«Después del lanzamiento de Cristina, acá va a haber 900 congresales», dijo un legislador al término del encuentro en La Plata. Mientras tanto, la apuesta es clara: generar hechos políticos y esperar que el duhaldismo conteste. La judicialización del conflicto les favorece; la indefinición respecto de las autoridades partidarias, postergará también los plazos de la interna que el felipismo quiere esquivar.
La cita fue en el club Atenas de La Plata, donde el anfitrión, el intendente de la ciudad Julio Alak, llamó «hipócritas» a «quienes dicen que apoyan al Presidente, y no apoyan la candidatura de Cristina».
El cónclave felipista designó al intendente de La Matanza, Alberto Ballestrini, como presidente del Congreso; el intendente de Campana, Jorge Varela, como vicepresidente 1°; el subsecretario general de la Presidencia Carlos Kunkel vicepresidente 2° y el senador Juan Amondarain vicepresidente 3º, quien, por la mañana, y ante el juez con competencia electoral Humberto Blanco, presentó el listado con los congresales. El encuentro, fue seguido por 18 veedores de la Justicia Electoral. Es que la legalidad de la autoconvocatoria fue puesta en cuestión por el duhal- dismo que hizo una presentación ante la Justicia pidiendo su nulidad. Así, el felipismo volvió a generar un hecho político que le da sustentabili- dad en su confrontación con el duhaldismo, quien podrá impugnar la legalidad del congreso de Atenas -de hecho ya desconoció la legalidad del mismo, pero deberá intentar una voltereta discursiva para que, en su afán de desestimar la reunión felipista, no se encuentre rechazando la candidatura de Cristina Kirch ner o el apoyo a la gestión del Presidente y del gobernador provincial.
Los felipistas también aprobaron una amnistía a «los compañeros que participaron con otras listas en las elecciones pasadas». El cierre de las mociones lo presentó el jefe de Gabinte, Rafael Magnanini, quien aseguró que «fui tres veces intendente, hace 20 años que milito en el peronismo, y ésta es la primera vez que hablo en un Congreso: se acabó el partido del Café Tortoni, el peronismo bonaerense está en La Plata».
El duhaldismo
El domingo 29 de mayo y con la presencia de los cuatro delegados por nuestra ciudad que representan al peronismo encabezados por Ramón Aya, sesionó el congreso del Congreso Justicialista en Lanús. Los dualdistas señalaron que aplicarán el artículo 47 de la carta orgánica, que castiga a los que vayan en listas por fuera del partido en octubre. Aunque dieron amnistía a los que lo hicieron hasta ahora. El artículo sanciona además a los que se separen del bloque
El Congreso del Partido Justicialista convocado por el duhaldismo resolvió , la expulsión de los que compitan en otras listas en las elecciones de octubre y habilitó a la estructura a formar frentes, siempre con el peronismo como columna vertebral.
En Lanús, no hubo movilización masiva de militantes. Ni bombos. Sí pancar- tas, banderitas argentinas y escudos partidarios. El himno y la marcha peronista fueron entonados para dar apertura a la sesión. La marcha también se cantó en el cierre.
Ese es un golpe directo a los integrantes del bloque del Frente para la Victoria de la Legislatura, que ahora corren el riesgo de ser desafectados del peronismo. La sesión empezó con 524 congresales acreditados, pero después “siguieron entrando compañeros” y el número, según ellos mismos, ascendió a 550.
Los temas del orden del día fueron mocionados por Baldomero “Cacho” Alva- rez, Julián Domínguez, Juanjo Alvarez y Patricio García. Uno de ellos fue la amnistía a todos los afiliados que fueron por afuera en elecciones anteriores. Esa decisión se tomó sobre la necesidad de hacer una convocatoria amplia para las próximas elecciones y entendiendo que “en 2003, la realidad política era distinta”.
En la sesión, los con gresales justicia- listas designaron una nueva mesa de conducción. El titular de la Cámara de Diputados, Os- valdo Mércuri, y la vicegobernadora bonaerense, Graciela Giannetassio fueron las figuras elegidas para encabezar la mesa. Pero también se agregaron José María Díaz Bancalari, Mabel Müller, Al do Rico -volvió a las filas peronistas- y Carlos Cater betti.
No se habló de la candidatura de Chiche Duhalde, como especularon algunos en las horas previas a la sesión. “No era el lugar, las internas son el lugar”, dijo más tarde Juanjo Alvarez.
Díaz Bancalari y Mércuri pronunciaron discursos eufóricos. Los dos ratificaron que el domingo fue el único Congreso posible, porque sus autoridades y congresales salieron de la interna partidaria. Sin embargo, la confrontación de los discursos no fue tal, una vez terminada la sesión. Y allí apareció más la palabra “consenso”. Con todo, para no tensar tanto la cuerda, Díaz Bancalari reafirmó el respaldo del PJ a la gestión Kirchner.
Cuentas que no cierran, terminan en la Justicia.La legalidad de los congresos justicialistas -tanto el fe- lipista como el duhaldista- será definida por la Justicia Electoral, que puso veedores en las dos sesiones.
Esta vez la cantidad de veedores fue de veinte. Los duhaldistas aseguraron que la sesión empezó con 524 de los 906 congresales provinciales. Los felipistas lo hicieron con 387. Hasta ahí los números cierran bastante bien -sólo hay dos de diferencia-. La cosa se complica cuando los duhaldistas dicen que al final, el Congreso terminó con 550 congresales. Algunos atribuyen la diferencia a que hay congresales que fueron a las dos sesiones
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