El policía sacó la suya pero con gran dominio de la situación no disparó y ordenó dejar el arma al civil. Según se pudo saber el individuo de apellido Bocanegra de 25 años de edad, se encontraba en calle 55 entre 22 y 23, y ante una posible requisa extrajo un arma de fuego y apuntó al uniformado bonaerense. El policía a su vez también sacó su pistola reglamentaria y apuntó al joven ordenándole que dejara el arma en el suelo.
El civil dejó el arma de fuego en el suelo y luego levantó las manos en señal de rendición siendo rápidamente reducido.
La sorpresa para los policías se dio cuando al revisar el revolver, el mismo se encontraba sin balas.
El acto irreflexivo de Bocanegra, pudo terminar en una tragedia, donde seguramente hubiera sobrevolado la sospecha de “gatillo fácil”.
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