El Frigorífico Hughes, comenzó siendo un pequeño matadero, luego fue adquirido por José Lenín y con la gerencia de el ex senador nacional Arturo Dipietro, fue dotado de una moderna playa de faena, cámaras de fríos y tres despostadas. Llegando a faenar para distintos destinos ( Mercado Común Europeo, Israel, Países Arabes, Chile, Perú, Suiza) doce mil vacunos al mes.
También fue uno de los primeros frigoríficos en utilizar el shock eléctrico en medias reses, para sacar restos de sangre, palatibilizar mejor el producto y que el mismo fuera trabajado en los respectivos despostes a las seis horas (en vez de 24 horas).
La crisis de 1992, hizo que la empresa fuera vendida a un consorcio donde participaban empresas rosarinas.
En los dos últimos años, el capital inglés compró el paquete accionario y ahora gerencia la planta que ha tenido un constante crecimiento con varias remodelaciones estructurales dotándolo de la última tecnología en la despostada, túneles de frío, laboratorio y playa de faena.
La pelea por la exportación de la Cuota Hiltón en los últimos meses dejó enemistades profundas en “el mundo de la carne”.
La denominada cuota Hiltón comenzó a principio de la década de los ochenta, con novillos que no debían superar los 121 kilos la media res, y procedentes de compras directas en estancias. (por el problema de la aftosa) y que iban en forma directa a la cadena de hoteles de la misma denominación.
Los cortes de exportación del Hiltón da enormes ganancias a los frigoríficos que logran colocar la producción (lomo, peceto, cuadril) a valores que oscilan entre los 12 y 15 dólares el kilo.
En este sentido llama la atención que la secretaria de Agricultura no realice la elección para repartir el corte como se hacía antiguamente por puntaje, cumplimiento de contratos y calidad de exportación.
En la zona
«Estamos más tranquilos porque el primer objetivo se cumplió y las fuentes de trabajo están aseguradas». Así se expresó el secretario General del Sindicato de la Carne de Casilda, Sixto Vallejos, al manifestar su satisfacción por las más de mil toneladas de remanente de cuota Hilton que la Nación destinó para ser distribuidas entre frigoríficos santafesinos habilitados para exportar sus productos al Mercado Común Europeo.
La medida favorece fundamentalmente a las plantas cárnicas de la provincia que se vieron perjudicadas en el último reparto de la Hilton, lo cual se tradujo en una baja de sus operaciones productivas y en los últimos meses puso en riesgo la continuidad laboral de miles de operarios.
En Casilda el tema había generado preocupación ya que uno de los frigoríficos más afectados era el que Rafaela Alimentos tiene en esta ciudad. Pero el panorama ahora es diferente porque la empresa recibió un cupo de algo más de 50 toneladas, lo cual le permitirá trabajar sin problemas hasta que se realice entre junio y julio el próximo reparto.
La faena diaria en Rafaela Alimentos subió de 100 a 500 cabezas, lo que resulta «tranquilizador para la empresa y garantiza las fuentes de trabajo para sus 250 empleados», aseguró Vallejos. Pero eso no es todo. A partir de ahora el personal comenzará a cobrar sus jornales en forma normal porque estaban bajo garantía horaria a raíz de la crítica situación que soportó la firma.
Otro de los frigoríficos beneficiados fue el Cepa, de Venado Tuerto, que gracias a las 100 toneladas que le fueron asignadas también logró superar la difícil coyuntura por la que atravesaba. »Logramos el primer objetivo», insistió Vallejos, para luego señalar que «el próximo paso será organizarse para conseguir que la próxima distribución de la cuota Hilton se haga con equidad para evitar lo que sucedió la última vez».
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