No obstante, los expertos coinciden en la necesidad de aumentar la frecuencia del monitoreo en lotes sembrados en fechas tardías y sojas de segunda. Además, se recomienda denunciar las nuevas detecciones de roya para actualizar el Sistema Nacional Argentino de Vigilancia y Monitoreo de Plagas (Sinavimo) que centraliza toda la información sobre focos de roya a los fines de analizar la tendencia y avance de la enfermedad.
Por otro lado, también se hace incapié en la atención que el productor debe poner en los huéspedes alternativos, es decir, aquellas plantas que la roya podría invadir luego de la cosecha de la soja. Allí, la enfermedad podría mantenerse hasta una nueva siembra de la oleaginosa y afectar directamente al cultivo en sus tempranas etapas de desarrollo. El mismo cuidado debe aplicarse a las sojas "guachas" que pueden persistir infectadas luego de la zafra sojera y convertirse más tarde en inóculas.
"Aunque la cosecha ya está casi terminada, los productores deben prestar especial interés al monitoreo para detectar estados muy tempranos de la enfermedad" de cara a la próxima campaña, indicó a DIB Susana Gamboa, directora de Sanidad Vegetal y Fiscalización Agrícola del ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense.
"Una de las estrategias más importantes para el control de la roya es el monitoreo frecuente de los lotes. Debe realizarse cada 15 días e intensificarse en tiempos de floración", explicó Gamboa y agregó también que "es muy importante que se denuncien todos los focos de roya para mantener actualizado el Sinavimo".
A los primeros casos registrados en la Provincia a fines de marzo último en los partidos de Salto, Colón, Pergamino, Rojas, Junín y Alberdi, se sumó la detección esta semana de nuevos focos en la zona.
Según informó la EEA Pergamino del INTA los últimos casos de roya fueron constatados sobre muestras tomadas en lotes de los partidos bonaerenses de Colón, 9 de Julio, General Villegas, Luján, General Viamonte, Alberti, Chivilcoy, Pergamino, Saladillo. En todos los casos los estados fenológicos de la soja se ubican entre el R6 y el R8, es decir, sin peligro para el cultivo.
Las denuncias fueron elevadas al Sinavimo y las muestras remitidas al Instituto de Genética del Inta Castelar para realizar la identificación de la especie -phakopsora pachyrhizi o phakopsora meibomiae- mediante análisis por PCR.
En cuanto a las recomendaciones para el manejo de roya de la soja, los técnicos pergaminenses aconsejaron un monitoreo permanente de los lotes con especial atención en soja de primera sembrada en fechas tardías y sojas de segunda, además de la profundización en las observaciones en estratos medios e inferiores de la planta.
Mientras que el año pasado la roya de la soja llegó a Santa Fe y Entre Ríos, este año se extendió a Córdoba y Buenos Aires. "La roya entró tardía en la zona norte de la Provincia traída por el viento desde Brasil, Paraguay y Bolivia -que tiene soja todo el año-", dijo Gamboa.
Por último, la técnica de la cartera agropecuaria indicó que "hay que tratar de evitar que la roya quede en sojas guachas después de la cosecha. En Misiones, por ejemplo, se destruyó el kudzu, una planta forrajera que era huésped alternativo de la soja". En ese sentido, no se ha podido probar que la roya pueda susbsistir en otra planta -además del kudzu- que no sea la soja. Sin embargo, podría haber alguna posibilidad de que la enfermedad resistiera en algún otro vegetal.
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