Los gruesos neumáticos que trabajaban con suspensión independiente dejaron profundas huellas que dieron pié a más de una historia fantástica. Sin embargo, la operación «Uritorco» había comenzado meses antes. En este sentido, en diciembre y parte de enero, algunas publicaciones hacían referencia a avistajes de OVNIS en los paisajes de las sierras cordobesas.
En el mismo periodo, revistas más audaces, contaban con lujos de detalles historias sobre una ciudad pérdida o sub terránea denominada «Hertz». Los lugareños y seguidores de Angel Acogliani, un estudioso de fenómenos extraterrestres y energéticos, atribuían la inesperada visita de los «yanquis» y sus extraños vehículos, a la búsqueda de una «puerta» a la cuarta dimensión (hasta ahora invisible) en el Cerro Uritorco (gigante de piedra en lengua «Comechingón».
La misteriosa «entrada» de ser hallada, transportaría a los módulos a los secretos más «avanzados» en materia energética que manejaba la civilización que se ocultaba en la misteriosa ciudad. Los tres vehículos encolumnados enfilaron por el camino de tierra, pasaron el paraje «La Toma» y siguieron por el estrecho arroyo, con rumbo desconocido. La incursión duró tres semanas. En aquella época algunos organismos de seguridad manejaban información clasificada sobre esta secreta misión.
Según una fuente, la incursión se debía a la inspección que se iba a realizar sobre la región, por la posibilidad de contaminación con radioactividad de los cursos naturales de agua. La mayoría de ellos desembocaban en el Lago San Roque de Carlos Paz.
Una fuente reservada indicaba que en los piletones de decantación de agua pesada se habría producido un movimiento técnico equivocado. El accidente habría ocurrido en la planta nuclear «Los Gigantes» El agua pesada debía ser decantada por un término de diez días y luego sin peligro de contaminar, se podría volcar a los cauces naturales. Sin embargo algo había fallado y el agua no debidamente decantada, había sido «derramada» y bajaban contaminando el valle de punilla. La gravedad del «descuido» había llegado a contaminar con radioactividad el Lago San Roque. El informe se completaba diciendo que los niveles radiactivos podrían ser «peligrosos» para el ser humano. Una vez más se habían utilizado OVNIS y ciudades ocultas, para encubrir una misión poco clara.
El Pajarillo
En esa época las publicaciones hablaban de la llegada al cerro «Paja- rillo» de una nave extraterrestre. Sobre la ladera de la montaña había quedado una gran marca circular de pasto quemado de más de 100 metros de diámetro. Los lugareños consultados atribuían la extensa quemazón de las hierbas autóctonas al aterrizaje de un OVNI. Sin embargo podría haber sido otra operación encubierta de servicios de inteligencia. La historia indica que la familia Carcano, tenía una gran extensión de tierras en cercanías de Ascochinga.
El lugar era visitado asiduamente por miembros de la familia Kennedy. La amplia explotación agropecuaria fue visitada por el propio John Kennedy, antes de ser presidente de los Estados Unidos. En 1969, Jacqueline Onasis llegó al lugar y fue a pasar una jornada en el paraje denominado «Tres cascadas» (quedaba en el interior de la estancia) y fue fotografiada desnuda cuando tomaba sol. La foto (para algunos pactada) fue publicada en tapa por la revista Gente.
La familia Carcano, pocos años después vendió la propiedad a la Fuerza Aérea Argentina. En 1986, en la extensa llanura (detrás de las montañas) se habría montado una pista de aterrizaje y construido galpones: Los técnicos en su interior desarrollaba tecnología de punta. La versión indicaba que se realizaban las pruebas de cohetes de corto y mediano alcance y que podrían llevar luego cabezas nucleares. El lugar era ultrasecreto y el personal que allí trabajaba tenía máxima seguridad.
El círculo quemado en el cerro «El Pajarillo» no sería debido a un OVNI. Según habría acontecido, un cohete de prueba se habría estrellado contra la ladera. Los técnicos aeronáuticos habrían levantado rápidamente los restos esparcidos, pero no pudieron borrar el círculo quemado que se observaba desde muchos kilómetros de distancia. La operación encubierta habría sido dejar «trascender» en las publicaciones que se trataba de un OVNI.
En el presente el calor de la combustión desarrollada en el sitio, hace que en el interior del círculo prolifere un tipo de vegetación distinta e incluso en los últimos incendios no se quemó. El fuego rodeo el círculo sin poder quemar las matas allí crecidas.
Relaciones económicas
Las operaciones encubiertas no solo habrían sido utilizadas para desviar la atención de la población en hechos de seguridad nacional. En junio de1985, el Matadero de Capilla del Monte, propiedad de Antonio Fernández, apenas llegaba a faenar 25 animales por jornada. El edificio estaba descuidado y nada hacia pensar que esa construcción había pertenecido al actor Enrique Muiño. Entre las paredes el artista de «La huella», «La Guerra Gaucha» -entre otras películas- pasaba los fines de semana lejos de los sets de filmación. Solo en una de las paredes quedaban como recuerdo unas boleadoras que habían pertenecido al gran creador de personajes inolvidables.
El propietario del establecimiento faenador todos los días estacionaba el Torino, (que había comprado a Sergio Villaruel), en cercanías de la calle techada y se dirigía a tomar café al bar más concurrido del turístico pasaje y donde se situaban más de 10 mesas de billar.
A ese lugar en junio de l985, llegó« el Turco Charlatan» El último trabajo que se le conocía era en frigorífico «Faraón», ubicado en la denominada avenida «La Colorada» de Monte Grande.(Gran Bs.As.) El Turco viajó a Capilla del Monte y comodamente sentado en la mesa del famoso bar, café de por medio, ofreció a Fernández 800 mil dólares por el matadero de Capilla del Monte.El propietario de la decadente empresa no lo pensó y dijo rápidamente que lo vendía.
El alto precio pagado tenía como excusa la futura exportación de vacas flacas a Chile por Salta. Cabe acotar que nunca se exportó una media res. La situación era otra. A partir de 1960, dormía en los despachos oficiales cordobeses, un proyecto por el cual se debía construir en Capilla del Monte el dique «El Cajón». Los terrenos que se iban a inundar, eran los que pertenecían al Matadero de Fernández. El proyecto en poco menos de dos años comenzó a hacerse realidad y los terrenos fueron vendidos en cerca de 8 millones de dólares al Estado Cordobés.
Las versiones en ese momento indicaron que la aprobación en la Cámara de Senadores y Diputados habría «costado» 2 millones de dólares. A primera vista no existiría relación con el asesinato que vamos a relatar, pero es sospechoso la ubicación en el tiempo de ambos sucesos. En 1989, en la Capital Federal, un hombre identificado como Rubén Antonio, entró al estudio del investigador de OVNIS Angel Acoglia- ni y al grito de «brujo de mierda » disparó su arma de fuego matándolo en forma instantánea. Ruben Antonio, era hermano de Jorge Antonio (notorio dirigente pero- nista) supuesto propietario – entre otras cosas- del Frigorífico Caucan, ubicado en Ezeiza (Muy cerca del Hogar de Niños). (continuará)
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