La decisión fue tomada luego de una larga batalla entre Monsanto y el gobierno argentino, que hasta el momento se resistía a aceptar el pago de regalías por el uso de la soja transgénica en granos ya cosechados.
"La compensación va a ser por producto, pero va a ser transitoria y en forma de compensación, no de regalía", dijo el ministro de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil, Roberto Rodrigues.
El funcionario explicó que se denomina "compensación" y no "regalía" lo que pagan los productores a Monsanto en Brasil y Paraguay porque en estos países aún no se legalizó el uso de transgénicos a nivel nacional.
La decisión llegó luego de una reunión del Consejo Agropecuario del Sur (CAS), que congregó también a representantes de Chile y Bolivia, y en la que estuvo ausente la delegación de Uruguay.
El CAS aceptó respetar los acuerdos privados entre productores de Paraguay y Brasil con Monsanto, que establecen el pago por la soja transgénica ya cosechada, hasta que se formalicen las normativas sobre biotecnología en estos países.
A partir de entonces, las regalías sólo se cobrarían en el momento de la compra de la semilla, posición defendida en encuentros regionales anteriores por Argentina.
"Se reconoce el instrumento entre privados para compensar durante la transición (..) pero se trabajará hacia un sistema que es el mismo que defendemos todos: que la regalía se debe pagar en la semilla", dijo por su parte Miguel Campos, secretario de Agricultura de Argentina.
Monsanto inició a principio de año una ofensiva regional para cobrar regalías por el uso de semillas de soja Roundup Ready (RR),resistentes a herbicida, pero Argentina se opuso con firmeza desde el comienzo.
Los agricultores paraguayos aceptaron pagar derechos por la soja RR que cultiven esta temporada, para lo cual firmaron acuerdos similares a los suscriptos anteriormente por otros productores en el sur de Brasil.
Brasil, Argentina, y Paraguay son los principales exportadores de soja después de Estados Unidos.
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