Se trata de Roberto Arias, de 34 años, quien fue detenido junto con su hermanastro de 16 años durante cinco allanamientos realizados en Junín.
Al ser indagado, el detenido demostró «arrepentimiento» y «estuvo llorando», confió el fiscal, quien señaló que Arias confesó que «había tomado pastillas y alcohol, que le habían producido un estado de obnubilación», por lo que no recordó mayores detalles del triple homicidio.
No obstante, el fiscal reveló que en su confesión el detenido dijo que al cometer el hecho estuvo «con otra persona, de 16 años», en referencia a su hermanastro, y que ambos llevaban a «una nena de 16 meses», que «usaron como señuelo» para ganarse la confianza de los Villalba.
Como se recordará los hermanos fueron asesinados a golpes el miércoles de la semana pasada en la vivienda y panadería de su propiedad, situada en la calle Primera Junta 789 del barrio de Villa Bel grano, los cuerpos fueron encontrados al día siguiente por un vecino. Los detenidos conocían a las víctimas porque el mayor había trabajado cerca de la casa de los hermanos Villalba, quienes habitualmente colaboraban con ellos dándoles comida. De acuerdo con los investigadores, como la nena que habían llevado lloraba -es una pequeña que tendría algún problema de salud-, los hermanos no habrían desconfiado y le abrieron la puerta de la vivienda.
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