Además, en el tercer ciclo de EGB se reemplazarán los compensatorios por exámenes finales. Los cambios buscan aumentar la exigencia y favorecer la claridad.
Las famosas calificaciones conceptuales -muy satisfactorio, satisfactorio y aún no satisfactorio- fueron cuestionadas por padres y pedagogos desde que se implementaron. Y esa disconformidad apareció en la encuesta que durante todo el año pasado la Dirección de Cultura y Educación realizó entre docentes, padres y alumnos durante todo el año pasado, para definir cambios de fondo en el sistema educativo provincial.
Por eso, cuando los chicos reciban en mayo los boletines -se entregan en forma trimestral-, aparecerán calificados en todas las áreas con un sistema numérico que va del 1 a 10. En rigor, es una vuelta al sistema que se usó históricamente en las escuelas, en el cual la nota mínima para aprobar es 7 y que se volvió a aplicar desde el año pasado para el tercer ciclo de EGB y Polimodal.
Delia Méndez, subsecretaria de Educación de la Provincia, explicó que con el cambio de sistema se busca «estimular el esfuerzo de los chicos a la hora de estudiar», ya que alcanzar un 7 es más difícil que aprobar con el sistema actual. También quieren establecer «un límite claro entre aprobar y no aprobar para que los profesores puedan planificar mejor el año, y después enseñar de acuerdo a las cosas que van a evaluar».
Los compensatorios -que era el período en el cual los chicos tenían la oportunidad de recuperar los contenidos que no habían logrado apren der correctamente durante el año- serán reemplazados por exámenes finales que se aprobarán con 7. Serán tomados por comisiones de evaluación que se formarán en cada colegio, y los alumnos recibirán apoyo especial de sus profesores habituales para superarlos.
Con esta última medida, la evaluación en el tercer ciclo EGB -secundario básico, para chicos de entre 12 y 15 años- se asimiló con la del Polimodal. «La idea es que con este cambio comenzamos a trabajar en forma especializada con pre-adolescentes y adolescentes», explicó Méndez.
Pre-maternal
Los cambios surgidos de la encuesta de 2004 no afectan sólo a los niveles superiores: la Provincia ya está poniendo en funcionamiento 139 salitas especiales para chicos de 2 años en todo el territorio bonaerense (Una en Colón), que se suman a las 19 que existían hasta el año pasado. Cada una de esas aulas recibe a 18 chicos, por lo que 2.502 nenes y nenas podrán acceder al nuevo servicio.
Las nueva salitas funcionan en turnos de 4 horas -matutino o vespertino, según en la escuela- y están a cargo de una maestra maternal y una preceptora, por lo que Educación ha habilitado 278 nuevos nombramientos para cubrir esos cargos.
Desde el punto de vista educativo, lo que se busca evitar es que este servicio se asemeje a las viejas guarderías, tantas veces semejantes a meros depósitos para chicos.
Méndez precisó que allí habrá planificación especializada de las actividades que realicen los nenes.
La funcionaria dijo también que empezar temprano su alfabetización favorece las posibilidades futuras de los alumnos y «mejora su capacidad para relacionarse con sus semejantes y la sociedad».
Delia Méndez reconoció también que este «servicio de vanguardia que comienza a prestar la Provincia» solucionará un problema práctico a muchos padres que trabajan y no tienen dónde dejar mientras tanto a sus hijos, a excepción de las instituciones privadas.
Algo para lo que, hasta ahora, había que tener el dinero suficiente para conseguirlo.
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