Una banda de asaltantes copó en la madrugada de ayer la estancia Las Escobas de General Gelly, establecimiento ubicado a 50 kilómetros de nuestra ciudad, donde se alojaban turistas extranjeros, en su mayoría ingleses, que se hospedan por el período de seis meses para jugar al polo.
Según informaron fuentes policiales, el asalto ocurrió en la propiedad de Francisco Marín Moreno, cuando después de amenazar a por lo menos 20 personas, los delincuentes robaron una fuerte suma de dinero. Hasta el cierre de esta edición no había detenidos por el caso que tuvo entre sus víctimas a Marín Moreno, su mujer y tres pequeños hijos, y por lo menos diez turistas, la mayoría de nacionalidad inglesa.
Una fuente cercana a la investigación señaló que durante el asalto, los ladrones, armados y encapuchados, encerraron a las víctimas en la cocina y explicó que al momento de concretarse el robo, el establecimiento no tenía luz porque posee un sistema electrógeno de apagado automático.
En declaraciones periodísticas formuladas a la agencia Telam, el propietario del establecimiento confirmó que vivieron una verdadera pesadilla y aseguró que "los delincuentes realizaron inteligencia previa, porque sabían quiénes estaban en ese momento. Entraron a cada una de las habitaciones y robaron todo el dinero, alhajas, teléfonos celulares, cámaras de fotos, filmadoras, todo".
Según lo aseveró el dueño de Las Escobas, como consecuencia del atraco no hubo heridos graves, aunque una persona sufrió un desmayo por el susto y otra un ataque de epilepsia que obligó su traslado a un centro asistencial.
Habiendo tomado rápido conocimiento del hecho, la Policía persiguió a los delincuentes cuando escapaban en un automóvil que le habían robado a sus víctimas y huyeron internándose entre los cultivos.
Según las declaraciones de Marín Moreno, los ladrones les exigían el dinero y todos los objetos de valor y los introducían en un bolso, tras lo cual llevaban a sus víctimas a la cocina, donde las mantenían encerradas mientras revisaban todos los ambientes. Luego de juntar el botín le exigieron al propietario del campo un auto que tenía en uno de los galpones y huyeron del lugar.
Un empleado de la estancia llamó inmediatamente al puesto de vigilancia de Mariano Benítez, cuyos efectivos se dirigieron al lugar en pocos minutos e iniciaron el rastrillaje. Así, los ladrones fueron observados en un camino vecinal y comenzó una persecución hasta que decidieron abandonar el auto en una zanja y escapar a pie.
Dentro del vehículo, la Policía encontró un bolso en el cual se encontraban algunos de los objetos robados a los turistas, aunque no fue hallado el dinero.
Según Marín Moreno, es la primera vez que sufre un robo de estas características en su campo. "Mi familia está en esta zona desde hace 70 años y nunca sufrió un ataque como éste. Pero vivimos en un país que está en una crisis por la inseguridad, y eso nos toca a todos", dijo y señaló que de todas formas se sintió muy acompañado por la Policía de Mariano Benítez, que llegó para auxiliarlos pocos minutos después de ocurrido el hecho.
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