Con ello se evidencia que las fuerzas del orden tuvieron un trabajo óptimo, aunque al mismo tiempo el gran número de aprehendidos hace compleja la situación, porque a mayor cantidad de detenidos más recursos humanos policiales hacen falta para su custodia, con lo cual se quita protección a la comunidad desde el punto de vista preventivo. Un número que agrava esta situación es el de la escasa proporción de esos 948 aprehendidos que fueron remitidos a unidades carcelarias: apenas 48 en todo el año, es decir menos del 10 por ciento, por lo cual los calabozos de las comisarías en todo el tiempo estuvieron sobrepasados en relación a su capacidad de albergue. Y para su custodia y atención hacen falta agentes, los mismos que reclama la gente en las calles.
Esta apreciación la confirma el comisario mayor Mario Valente, jefe de la Departamental, cuando asegura que, en cuanto a recursos, "no nos sobra absolutamente nada, pero como agravante muchas veces nuestras energías están destinadas a la custodia de detenidos, la mayoría de los cuales permanecen muchos meses dentro de los calabozos de las comisarías". Al respecto se acaba de hacer un balance anual de 2004 que refleja el panorama de la Policía en Pergamino, y mediante ese informe se ha llegado a cifras importantes, pues durante el año pasado se aprehendieron por delitos a 948 personas entre mayores y menores. Si se discrimina se aprecia que hubo un total de 541 aprehendidos mayores y 407 menores. Pero la cuestión a resaltar con estos números es que en todo el año solamente fueron remitidos a unidades penales 48 del total de detenidos, es decir que no se ha llegado ni al 10 por ciento.
En la estadística se puede ver que hubo meses enteros en que no se envió a nadie a la cárcel. En septiembre se lograron 19 remisiones a unidades penitenciarias, lo que constituyó un récord, pero entre octubre, noviembre y diciembre, es decir 90 días, solamente se enviaron cuatro sujetos. Valente remarca que esta situación "está haciendo eclosión, está generando tensión y conflicto, dificultades muy severas en el ámbito de los pabellones de calabozos de Pergamino, ya que tenemos actualmente 58 detenidos, y más del 60 por ciento de ellos está por robo calificado, es decir que no estamos hablando de individuos que hayan cometidos hechos menores, sino que se trata de sujetos responsables de aquellos delitos que más le duelen a una comunidad y que más la conmocionan.
"Por eso -añadió- estos individuos poseen, en su mayoría, una carga de peligrosidad importante, y si aparte analizamos que muchos de ellos llevan más de seis meses en los calabozos y algunos, como por ejemplo dos, están desde el año 2003 -y convengamos que los calabozos no permiten otra actividad que la de estar, permanecer, ya que las circunstancias no permiten otra cosa- ésto genera en cualquier ser humano problemas de convivencia, y por eso actualmente estamos padeciendo situaciones de conflicto muy reiteradas, agravadas por un clima verdaderamente agobiante, generando problemas para nuestro personal, que debe estar permanentemente ocupado en estas cuestiones.
Además los fiscales son convocados en forma continua; personalmente me estoy ocupando de hacer algunos movimientos internos que puedan aplacar el reclamo de los detenidos, pero convengamos que la situación es muy delicada y al buen resultado que hemos obtenido en cuanto a la operatividad policial, porque hablamos de 948 aprehendidos por delitos, llegando en los últimos cinco meses del año 2004 a un promedio de 102 detenidos por mes, se contrapone la circunstancia desagradable de situaciones de agresividad, conflicto y violencia de los detenidos, que motiva la mayor atención del personal policial".
En tal sentido el jefe policial remarcó que "estamos preocupados y hemos requerido con carácter de urgente la mayor cantidad posible de remisiones a unidades penales, trámite que no es sencillo porque sabemos que el Servicio Penitenciario también está padeciendo un problema de superpoblación muy importante, pero nosotros cumplimos en requerir estas remisiones justamente en atención a un incremento en la conflictividad que tenemos en los calabozos".
- La necesidad de la alcaidía: Planteado este tema con números oficiales, vuelve al tapete la necesidad de contar con un ámbito apropiado para el alojamiento de detenidos en espera de un pronunciamiento judicial. Al respecto Valente opinó que "la alcaidía hoy por hoy es un elemento indispensable para un distrito como el de Pergamino.
No sé si llamarlo alcaidía, cárcel de encausados o alojamiento transitorio, pero este padecimiento que hoy tenemos hay que resolverlo de alguna manera, porque el detenido es una persona que más allá de su traspié, está es una situación complicada, porque en las comisarías no tenemos lugares adecuados, generalmente no hay patios, no existen ámbitos de recreación, y cuando tienen que estar seis o siete meses, cuando no más de un año, en esas condiciones es muy compleja la situación.
Por eso una alcaidía, con otra estructura, con otro diagrama edilicio, con una custodia a cargo de personal especializado como lo es el del Servicio Penitenciario creo que permitiría no solamente desalojar en importante número los calabozos de comisarías, sino que también ofrecería una calidad de vida mucho más digna para aquellos que están privados de su libertad.
Pero lo fundamental para esta coyuntura que estamos padeciendo, sería el aprovechamiento de recursos humanos para la prevención del delito, y que hoy tenemos desviado a la custodia de los detenidos".
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