Se secuestraron 23 kilos de pasta base

Una mega banda de narcotraficantes que comercializaba a gran escala cocaína, LSD y otras drogas en la región fue desarticulada el sábado luego de más de 30 allanamientos efectuados en, Junin, Chacabuco, Saladillo, distintas localidades del Gran Buenos Aires, donde se logró el secuestro de 23 kilos de esa sustancia, pasta base, 1.000 pastillas de estupefacientes diversos y la captura de unas 16 personas vinculadas a la red.

En los procedimientos fueron incautadas unas 20 armas de grueso calibre, vehículos para concretar el tráfico y teléfonos celulares.

Los allanamientos fueron efectuados por policías de la Delegación Junín de Investigaciones Complejas y Narcocriminalidad de la Policía Bonaerense, que detectaron dos “cocinas” donde se elaboraba y almacenada la droga. A esa investigación se sumó otra pesquisa que derivó en otros 40 allanamientos y el secuestro de varias toneladas de marihuana. La pesquisa de los efectivos de Junín se inició a partir de la detención de un sujeto de Chacabuco, quien está sindicado por los investigadores como uno de los distribuidores minoristas de la región noroeste de la Provincia.

La operación, bautizada “Pampero Blanco”, fue encabezada por el jefe de la Delegación de Narco- criminalidad de Junín, comisario Enrique Romero, quien detalló que además de los 23 kilos de clorhidrato de cocaína fueron secuestrados otros 20 kilos de cocaína en elaboración. También describió que las 1.000 pastillas de LSD halladas en los allanamientos son de procedencia holandesa. Por eso, no se descarta que los detenidos mantengan alguna vinculación con organizaciones de países limítrofes.

Tras la detención del sujeto de Chacabuco, quien proveía de cocaína a consumidores de Junín, se iniciaron tareas de inteligencia por las que fueron identificando distintos escalones de la banda, desde el origen hasta los consumidores. Con esa información se pudo detener desde las “mulas” de nacionalidad boliviana, que traían la “pasta base” hasta el Gran Buenos Aires y participaban de la elaboración, hasta los responsables de los laboratorios clandestinos y los distribuidores.

Las “cocinas” desarticuladas funcionaban en las localidades de Ingeniero Budge y Transradio, donde se secuestraron solventes y un total de 200.000 dólares, además de armas, vehículos y teléfonos celulares.
Con las detenciones se determinó que la droga era distribuida en Trans radio, Banfield, Villa Caraza, Lanús, Hurlim gham, Pilar, Isidro Casanova, Ingeniero Budge, El Juagüel y Caseros, y desde allí llegaba también a “dealers” de la Capital Federal y a consumidores de Junín, Chacabuco, Rojas y Sala dillo, entre otras ciudades del interior bonaerense.

La causa judicial del operativo global, denominado “Fiestas Blancas”, en el que colaboró la Gen- darmería, quedó a cargo del juez Federal en lo Criminal y Correcional de Morón 2, Enrique Rodríguez.
En tanto, la investigación de los policías de Junín es instruida por el juez Federal, Carlos Compaired. Se comprobó que consumidores de Junín viajaban a Chacabuco para adquirir la cocaína, dijo Romero.

A su vez expresó que desde Chacabuco la droga llegaba también a Rojas. Según afirmó, en Chaca- buco fueron detenidos un hombre y una mujer, ambos de unos 30 años de edad.
Los apresados quedaron a disposición del Juzgado Federal de Junín.“Se detectó quién era el proveedor y el abastecedor, que es una persona que elaboraba cocaína de máxima pureza”, comentó.
También reveló que se logró incautar todos los elementos que se utilizan para elaborar el clorhidrato de cocaína y esa sustancia en “tizas”.

Un dato que llamó la atención de los detectives fueron las casas allanadas a los distribuidores mayoristas. En Hurlingham, por ejemplo, los policías ingresaron en una fastuosa propiedad valuada en más de 400.000 pesos.
También establecieron que algunos de los detenidos viajaban con frecuencia a Colombia y Bolivia, presuntamente para ingresar la pasta base.