Por la Licenciada Cynthia Calvigioni (congresista)
Los congresistas llegados de otros países no se asombran frente al fervor y la admiración que muestran los seguidores del autor de “El Túnel”, lo que es una prueba fehaciente de su reconocimiento mundial.Las puertas se abren al público general.
Por su expreso pedido “todos pueden asistir”. Así los miembros de la Real Academia Española, de las 22 academias de la Lengua, del Instituto Cervantes, académicos, profesionales y 2200 almas colmaron el lugar. Su llegada hizo que cada uno de los presentes se pusiera de pie y marco el comienzo de un sonoro aplauso. Este hombre de letras no puede ocultar su emoción, sus lágrimas comienzan a caer como muestra de gratitud frente a tanto afecto.
“Gracias maestro”, “te quiero” son las frases que resuenan repetidas veces mientras un prolongado y merecido aplauso de 20 minutos. Su mirada se pierde en la multitud. Quizás esté pensando en lo orgullosos que estarían Juana María Ferrari y Francisco Sábato o quizás esté abrazando en su memoria a su queridísima Matilde y a esa parte de él que abandono este mundo, su hijo mayor Jorge. Un flujo de emociones se apodera de mí.
Mis lágrimas comienzan a brotar. Es una muestra, como de tantas otras personas presentes, de la inmensa gratitud y admiración hacia este escritor nacido en nuestra vecina ciudad de Rojas, allá por el año 1911. Hoy sus pasos son lentos y temblorosos. Se está acercando a los umbrales del último de los misterios: la muerte. El legado que nos deja es inconmensurable. Su expresión no es sombría y pesimista, como en los últimos años.
Este escritor, dueño de una conciencia crítica única, se sumerge en el cariño de la gente y se vislumbra, más allá de su emoción, un haz de luz en su mirada que siempre se caracterizó por reflejar la pesadumbre de su alma. El ganador del premio Cervantes en 1985 se encuentra allí, a unos pocos pasos. Solo atino a gritarle “Gracias”, “Gracias” por su análisis sobre el hombre en la crisis de nuestro tiempo. “Gracias” por el sentido que le imprimió a la actividad literaria.
“Gracias” por su llamado a nuestra capacidad de resistir. “Gracias” por enseñarnos que nunca debemos negarnos a dejar de soñar, de buscar, de insistir en la defensa de un ideal cualitativo de vida para nuestra especie sin el cual solo seríamos un residuo zoológico de nosotros mismos En este ex comunista, ex matemático y ex surrealista conviven ideas que cruzan fronteras, que se extienden más allá de la comprensión.
Alguna vez sostuvo que la historia de la humanidad es una imponente lista de estupideces y maldades pero que, sin embargo el deber principal de uno es luchar, a pesar de todo, contra esta estupidez y maldad. El autor de “Sobre Héroes y Tumbas” llega hoy quizás a la cúspide que todo escritor quisiera alcanzar. Su gran amigo y premio nobel de literatura, Jose Saramago, no pudo estar ausente de este homenaje. Dos titanes de la literatura.
Dos almas que se encontraron para regocijo de los lectores. Según cuenta Saramago conoció al escritor rojense hacia finales de los años 50 cuando se encontraba en un café de Lisboa, reunido con unos amigos “para hablar de libros en voz alta y de política en voz baja”.
Así continuó narrando su experiencia como inmerso en un realismo mágico: “que por un extraño fenómeno acústico cualquiera, el día que oyó pronunciar su nombre, hasta entonces desconocido para él, asoció las tres rápidas sílabas que lo componen con una súbita puñalada.
Comprendió hasta que punto había sido exacta la osada asociación de ideas tras leer “El Tunel”.Lo extraño, manifestó Saramago, es que “el puñal Sábato”, después de clavado, no se retiraba de la herida
Quienes tengan el placer de leer sus obras seguramente experimentarán esta sensación perenne que los marcará a fuego como lectores. Un escritor cuya situación es radicalmente dramática, según la teoría de Saramago, pues siendo tan humano se negó a absolver a su propia especie, no perdonándose nunca su condición de hombre.
Hoy te rindo mi pequeño homenaje maestro. Porque tus letras guiaron mis pasos hacia el camino de las palabras, que una vez que comienza a transitarse, no hay retorno, aunque no se llegue nunca al horizonte.
Porque sos y serás una fuente de inspiración constante. Porque no permitís que nos ahoguemos en el océano de la pobreza existencial. Simplemente gracias maestro“El ser Humano sabe hacer de los obstáculos nuevos caminos porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer”
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