Se discutirá acerca de los conflictos que provocan las migraciones constantes que se producen en la actualidad y como influyen en el idioma. Otros ejes temáticos serán el poder y la influencia de los medios de comunicación sobre la lengua. Es de destacar que se realizarán análisis acerca del impacto de internet y las nuevas tecnologías en el español.
Como congresista me siento orgullosa de participar en un Congreso en el cual se discutirán los destinos de la gigantesca comunidad hispánica de este tercer milenio. Es inconmensurable la responsabilidad de los asistentes. Se deben tejer políticas para que se escape del empobrecimiento social y cultural.
El Tercer Congreso de Lengua Española pone de manifiesto los desafíos que debe enfrentar la globalización. Sin lenguaje no hay progreso. La lengua es el instrumento socializador del género humano.
El mundo no es mundo si no existen las palabras.
La palabra es el único nexo entre los hombres. Como dijo el escritor argentino Héctor Tizón en la sesión inaugural: “El idioma salva del caos. La literatura defiende la individualidad”. De allí la importancia de la comunidad. Poder expresarnos le pone matices y colores a nuestra vida. El progreso no logró diluir ni borrar las pinceladas de la voz y la memoria. Por eso es tan importante crear palabras.
Lamentablemente existen en este campo luces brillantes y densas sombras. El mal también se expresa con palabras. Podemos ocultarnos detrás de ellas. Aún caminamos por “desiertos ásperos y pantanos insalubres”, como afirmó el escritor Carlos Fuentes.
La palabra une, libera. ¿Por qué se encarcela a los escritores en tiempos de dictadura? Porque lo autoritario no reconoce la diversidad. Porque expresarse en libertad es un arma poderosa.
No hay pensamiento sin lengua. El idioma es la principal herramienta de comunicación entre los seres humanos. Define los modos de vivir de una comunidad.
La historia no terminó, aunque muchos quieren hacer creer esta teoría irrisoria. Debemos ser capaces de utilizar estos espacios académicos para hacer brotar en la sociedad la chispa del diálogo. Porque la comunicación es vital en todas las dimensiones de la existencia. En su discurso el rey Juan Carlos I instó a ensanchar nuestro ser individual y colectivo”
En referencia a este tema nuestro presidente Néstor Kirchner afirmó que deben establecerse lazos para la efectiva comunicación de los pueblos. Necesitamos que se produzca una reacción hacia la lectura y la escritura. Es tarea primordial fomentar en los jóvenes el placer de la letra. Porque enriquece nuestro lenguaje.
No olvidemos que, como dijo Emerson, “un hombre es la mitad de sí mismo. La otra mitad es su expresión”. El lenguaje es el reflejo de la identidad comunitaria, de sus propias miserias y de la riqueza cultural de un pueblo.
En este “Territorio de la Mancha” como define Carlos Fuentes al ámbito hispanohablante, no se debe exaltar el choque de civilizaciones.
Según el escritor esto propicia los fundamentalismos violentos de uno y otro lado, olvidando que todos somos descendientes de “encuentros” de civilizaciones y que nos incumbe respetar las diferencias y sumar las similitudes de las grandes culturas humanas
Hoy Rosario es una ciudad de palabras. Los que participamos de este congreso sabemos que el desafío es grande porque somos concientes de que en Latinoamérica “andamos con corona de laureles en la cabeza pero descalzos”
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