La disminución en el precio de la soja ha obligado a los productores agro- pecuarios a replantear nuevamente una estrategia económica. Las deudas contraídas a principio de año cambian el panorama de las unidades productivas.
Cabe destacar que los compromisos económicos fueron tomados en el mercado de los granos con una soja a 700 pesos y en la actualidad el valor fluctúa los $ 450 pesos. Las señales comen zaron en marzo de 2004 y muy pocos quisieron escuchar. Las circunstancias económicas mundiales que llevaron a la soja a 700 pesos, difícilmente se vuelvan a repetir.
El viernes 12 de marzo de 2004, en página 9 y con la firma de Victor Calvigioni, Colón Doce publicaba con el título de “Agriculturización salvaje”: « El riesgo productivo del “nuevo modelo” agropecuario argentino es alto y la bisagra de la desesperanza puede comenzar a fines de 2004, cuando un mercado mundial en baja, tomé a los desprevenidos productores en plena campaña sojera” agregábamos “ la falta de diversificación nos está dejando sin cobertura climática y sin stock ganadero”. Actividad económica
En los últimos meses en nuestra ciudad se notó una notable disminución de la actividad económica y la falta de circulante para realizar operaciones comerciales. Los productores agropecuarios esperaban que aumentara la soja para venderla y el mercado comercial no tenía liquidez. Se debe destacar que en el orden local el biorritmo de la economía lo marca el campo moviendo la industria metalúrgica ligada al campo, construcción, textil etc. Por otro lado, para esta campaña se observó un aumento en el valor de los insumos (semillas, fertilizantes, herbicidas), por lo que las ganancias por hectáreas quedan reducidas. Los hombres del campo ya comenzaron a afinar el lápiz y seguramente caerán los alquileres de campos (se llegó a pagar 16 quintales) y el propio valor de la tierra que no encontraba techo en nuestra zona. En el distrito de Colón, se sembró un 10 por ciento más de trigo y un 15 por ciento más de maíz con respecto a la anterior campaña, lo que va marcando una tendencia. La ciudad había tenido en el 2003 y parte de 2004, un “boom” económico en algunos rubros. El aumento de las propiedades y los vehículos (sobre todo camionetas) estuvo relacionado a la situación inmejorable del precio de la soja. Casas, lotes, hectáreas de campo, vehículos, alquileres, maquinaria agrícola, siguieron el valor ascendente que marcaba la pizarra de la principal oleaginosa del país.
Reacomodamiento
En los próximos meses el mercado tenderá a reacomodarse y habrá “bajas” en algunos rubros inmobiliarios. En estos momentos decreció un 10 por ciento la actividad metalúrgica ligada al campo. En el medio de este “golpe” económico a los productores rurales quedaron deudas tomadas en dólares, contratos de canjes y una incógnita para la próxima campaña fina y gruesa.
En los próximos meses las entidades del agro comenzarán las “protestas”. El tema central serán los tributos impositivos que deben pagar a la Nación, Provincia y Municipios y que en algunos casos se superponen. Solamente basta mencionar las retenciones a las exportaciones, bienes personales, impuesto al cheque, IVA, Ganancias.
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